El Instituto Tecnológico de Orizaba lleva a cabo un proyecto para el tratamiento integral de residuos sólidos orgánicos y convertirlos en biofertilizantes

Veracruz, México. – A fin de generar biofertilizantes y energía, el Instituto Tecnológico de Orizaba (ITO) realiza un estudio mediante el manejo de aguas, lodos residuales y restos sólidos orgánicos producidos en plantas de tratamiento y agroindustria.
El trabajo busca concretar un desarrollo tecnológico que optimice los métodos convencionales de tratamiento de residuos orgánicos con alta carga contaminante, así como reducir el costo de operación, explicó el investigador, Juan Manuel Méndez Contreras.
“Se trata de un proyecto para el tratamiento integral de residuos sólidos orgánicos provenientes de afluentes de naturaleza orgánica, los cuales se generan en plantas de tratamiento de aguas residuales en agroindustrias, en municipios, así como en cualquier tipo de industria con actividad humana”, mencionó.
De acuerdo con información del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Méndez Contreras dijo que junto al ITO crearon una nueva tecnología de digestión anaerobia térmica, la cual es capaz de reducir o eliminar la carga contaminante en términos de microorganismos patógenos y compuestos orgánicos.
Lo anterior, precisa, al tiempo que convierte residuos orgánicos, basura orgánica, en biofertilizantes y en bioenergía. Expuso que en la actualidad se encuentran en la etapa de investigación y desarrollo activa para la parte de la producción de bioenergía.
“Básicamente, con esta tecnología generamos un proceso integral que nos permite convertir residuos orgánicos, presentes en aguas residuales, en productos benéficos tales como son las algas y el oxígeno emanado hacia la atmósfera”, detalló.
Refiere que, en etapas previas, en un primer proyecto pusieron en marcha una planta piloto de digestión anaerobia térmica. En una segunda, se puso en operaciones una de residuos sólidos y efluentes orgánicos para la generación de bioenergía.
“En la primera etapa, la de digestión anaerobia, el resultado más relevante y que es innovador es la reducción de hasta 50 por ciento en el tiempo de tratamiento”, dijo. “Es decir, si un proceso convencional de digestión anaerobia logra reducir la carga contaminante en un tiempo de tratamiento estimado de 28 días, nuestro desarrollo (digestor anaerobio-térmico) lo realiza en menos de 50 por ciento del tiempo (de 12 a 14 días)”, sostuvo.
El especialista aclara que falta consolidar los mecanismos de transferencia desde la parte institucional, hacia el sector privado, municipios y agroindustrias en México.
Con información de Notimex