Presentan el libro Alimentos sustentables a la carta, de la tierra a la mesa

Ciudad de México.– ¿Cómo influyen los avances de la ciencia y la tecnología en la producción de alimentos? ¿Qué repercusiones tienen los procesos de producción actuales en nuestra salud? ¿En qué medida las prácticas culturales determinan nuestra alimentación?
Las respuestas a estas preguntas fueron analizadas durante la presentación del libro Alimentos sustentables a la carta, de la tierra a la mesa, evento organizado por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), en donde estuvieron presentes sus autores, los periodistas Martha Elena García Vázquez y Guillermo Bermúdez Garza Ramos, quienes analizan buena parte de los alimentos que hoy en día nos llevamos a la boca y que se asocian a diversas enfermedades, varias de ellas derivadas de la epidemia de obesidad que sufre nuestro país.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Patricia Juárez Camacho, investigadora del Departamento de Innovación Biomédica del CICESE y expositora en el evento, opinó que el ritmo de vida actual es un factor determinante en la alimentación, puesto que conduce a la población a suplir alimentos sanos por comida rápida.
“El problema es cuando tu dieta empieza a ser reemplazada, todos los nutrientes necesarios para una correcta alimentación son completamente desplazados por ese tipo de comida, entonces empieza a haber acumulación de grasas, muchas sales, el requerimiento energético no se da o se da en exceso y eso provoca obesidad”, apuntó.
Patricia Juárez Camacho trabaja actualmente en investigaciones relacionadas con factores de propagación del cáncer y señala que solamente en cinco por ciento de los casos la enfermedad es heredada, mientras que en el 95 por ciento restante se deriva de causas ambientales, entre ellas la alimentación.
No obstante, lamentó que cada vez es más constante la divulgación de información en la que se señala toda clase de alimentos como causantes de cáncer, sin que haya un estudio científico que lo respalde.
“Lo que sí es real es que hay mucha controversia, muchas veces es difícil separar los alimentos, entonces en el mismo alimento tenemos ingredientes dañinos para nuestra salud y, por otro lado, otros que pueden ser protectores”, comentó.
La investigadora considera que el problema no es consumir un alimento que pudiera ser dañino para la salud, sino que el riesgo incrementa si se integra ese alimento a la dieta de forma sistemática y a largo plazo.
Agencia Informativa Conacyt