Sembrando una mayor diversidad de cultivos se pueden aumentar los rendimientos e ingresos
Redacción Agro Orgánico
Sonora, México. – De acuerdo con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la rotación de cultivos es una práctica que evita problemas con enfermedades, plagas y malezas, e implica la diversificación del ingreso y la reducción de los riesgos de producción y comercialización.
“Con este sistema, los cambios en los precios de venta y los desastres naturales no impactan a todos los cultivos de la misma manera”, afirmó el centro en un comunicado.
Sin embargo, CIMMYT recordó que en muchas regiones hay un cultivo que -por su rentabilidad- prevalece, y resulta difícil encontrar otros que se puedan incorporar a la rotación.
“Hallar las especies complementarias adecuadas es fundamental, ya que no todos los cultivos generarán beneficios en una rotación e incluso es posible que algunos tengan efectos negativos en el cultivo siguiente”, agregó.
CIMMYT manifestó que se requieren cultivos que sean productivos, tengan una cadena de valor establecida y sean complementarios con el cultivo principal. “Por lo anterior, es necesario evaluar los efectos de la rotación en cada región, con la finalidad de encontrar los mejores cultivos complementarios”.
Al respecto, la institución hizo mención de la plataforma de investigación Cajeme I, en Sonora, donde sus investigadores actualmente estudian los efectos de la rotación en parcelas cultivadas con el sistema de Agricultura de Conservación – sistema de cultivo que previene la pérdida de tierras cultivables y a la vez regenera las tierras degradadas-.
Un ejemplo de este estudio es el realizado en el Valle del Yaqui, región perteneciente al municipio de Cajeme-, donde el trigo es el cultivo principal; los científicos del CIMMYT investigan cuáles cultivos de rotación tienen más beneficios para el trigo.
En la región, se evaluaron parcelas tratadas con camas permanentes (porciones del suelo que quedan elevadas al formar los surcos, facilitando el drenado del agua) y retención total de los residuos agrícolas.
Entre los resultados principales, destacan que a rotación de cultivos no sólo tiene beneficios para el manejo y la sustentabilidad del sistema productivo, sino que también aumenta los rendimientos.
“Las rotaciones más diversas son las que generaron los mayores rendimientos. En promedio, el trigo con maíz o sorgo los aumentó en 397-718 kg/ha, y el cártamo, en 978 kg/ha; en la rotación con garbanzo los incrementó en 1,207 kg/ha”, afirmó CIMMYT.
Por último, la institución recordó que, gracias a este sistema, los aumentos en el rendimiento se han mantenido estables a través de los años.