Entre los desafíos se encuentra la transformación del sector rural, la agricultura familiar, y la inclusión socioeconómica e innovación, señaló Raúl Urteaga Trani
Redacción Agro Orgánico
Roma, Italia. – En su calidad de presidente del 34 Periodo de Sesiones de la Conferencia Regional para América Latina y El Caribe, de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el gobierno de México presentó el informe acerca de los desafíos que enfrenta la región en materia de seguridad alimentaria y nutricional.
El informe, presentado por el coordinador general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Raúl Urteaga Trani, señala que, que entre los desafíos de esta zona del continente, se encuentra generar políticas públicas en materia de seguridad alimentaria; la transformación del sector rural, en particular el desarrollo territorial rural, la agricultura familiar, y la inclusión socioeconómica e innovación.
Además, dijo, se encuentran los retos del uso sostenible de los recursos naturales, la gestión de riesgos y la adaptación al cambio climático dentro del nuevo marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Asimismo, el funcionario de la Sagarpa –en representación del titular de la dependencia, José Calzada Rovirosa– destacó dos importantes compromisos regionales, la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre 2025 y el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Ambos instrumentos –señaló– constituyen un marco fundamental para la aplicación del programa de trabajo de la FAO en la región para los próximos años.
Urteaga Trani propuso fortalecer la gestión de la FAO en América Latina y el Caribe para prestar apoyo en la creación de capacidades nacionales, desarrollar mecanismos de coordinación interinstitucional, con el objetivo de lograr la transformación socioeconómica del sector rural, dando especial atención a las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas, para hacer frente a la inseguridad alimentaria y nutricional.