Syngenta busca ser un aliado del agricultor para proveer tecnología e incrementar la productividad de los cultivos
Ana Isabel Rodríguez

San Luis Potosí, México. – El principal desafío de los productores agrícolas es incrementar la rentabilidad de sus cultivos, ante una población creciente que requerirá más alimentos. Sin embargo, lograrlo demandará a los agricultores la implementación de nuevas tecnologías, señaló el Director de Asuntos Corporativos de Syngenta para la región de Latinoamérica norte, José Antonio Ysambert.
En este contexto, Syngenta busca ser un aliado del agricultor para proveerle tecnología e incrementar la productividad de los cultivos, esto como parte de su Plan para una Alimentación Sostenible, mencionó el directivo de la empresa en entrevista para Agro Orgánico.
Explicó que dicha estrategia comprende seis compromisos medibles hasta el 2020 para responder a los retos de la seguridad alimentaria mundial. Estos compromisos incluyen el aumento de la productividad agrícola del rendimiento de las fincas y la mejora de la eficacia de los recursos utilizados, la renovación de los ecosistemas y la revitalización de las comunidades rurales.
A través de nuestras semillas, productos para protección de cultivos, tecnologías y la asistencia técnica –agregó Ysembert– buscamos aumentar la productividad de los cultivos en un 20 por ciento, especialmente ante desafíos como el cambio climático, que implica producir más con menos recursos, de forma sostenible en el largo plazo y sin afectar el medioambiente.
Al respecto, la Directora de Asuntos Corporativos de Syngenta México, Patricia Toledo, apuntó que la incorporación de tecnología al sector agrícola permitiría incrementar la productividad de los cultivos en más de 300 por ciento.
En el caso de México, donde la mayor parte de la superficie agrícola está destinada a cultivos de subsistencia y es poca la producción mecanizada, hay un gran potencial para aumentar la producción interna de alimentos mediante paquetes tecnológicos.
Refirió que en 100 hectáreas de referencia en las que Syngenta aplicó paquetes tecnológicos se registraron incrementos importantes en los rendimientos. Por ejemplo, en el caso de maíz, los rendimientos aumentaron 330 por ciento; en jitomate, 98 por ciento; caña de azúcar, 18 por ciento y en papa 10 por ciento, todo ello en el período 2014 – 2015.
Con base en estos resultados, José Antonio Ysambert consideró que México “está llamado a ser uno de los grandes abastecedores de alimentos”, al ser uno de los países mejor posicionados para capitalizar la oportunidad de atender tanto la demanda interna como la de mercados de exportación.
Mencionó que, si bien hay cultivos con tendencias favorables para los productores mexicanos, con alta demanda y valor en los mercados de exportación, como berries, pimientos, aguacate y tomate, por mencionar sólo algunos, lo más importante es que el productor defina cuáles son los cultivos más rentables y sostenibles, de acuerdo con su entorno productivo y las tendencias del mercado, sin olvidar la asistencia técnica.
Respecto a la seguridad de los agroquímicos y tecnología desarrollada por Syngenta, aseguró que estos cumplen con estrictas regulaciones establecidas por los organismos responsables de la normatividad en la industria. Cuando un producto llega al mercado –explicó– han pasado, en promedio, de ocho a diez años de investigación, con una inversión de aproximadamente 260 millones de dólares.
Durante ese periodo, se evalúa el perfil toxicológico, el impacto ambiental y en el cultivo donde va a ser utilizado, para asegurar que el producto tiene un perfil favorable y que no tendrá un impacto negativo en los agricultores y los alimentos.
“Tenemos la certeza de que nuestros productos son seguros cuando se utilizan bajo las condiciones especificadas en la etiqueta. Además, ofrecemos acompañamiento técnico en todo momento”, enfatizó Ysembert.
De acuerdo con el directivo de Syngenta, anualmente la empresa invierte, a nivel global, más de mil 400 millones de dólares en investigación y desarrollo.
Asimismo, destacó que uno de los enfoques prioritarios de la empresa es trabajar con pequeños productores, que son quienes requieren mayor asistencia y acompañamiento técnico. Para lograrlo, Syngenta ha establecido alianzas con autoridades y otros stakeholders que contribuyan a multiplicar las oportunidades de capacitación.
Ejemplo de ello –dijo– es la alianza con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) y la Asociación Nacional de Agricultura de Conservación (Anac), mediante la cual se han logrado efectos positivos en 485 mil 210 productores a través de la conservación de suelos.
Además, las alianzas permiten entrenar a los técnicos de instituciones como el Cimmyt en el buen uso de los productos y tecnologías de Syngenta, para que ellos transfieran dicha tecnología a los pequeños agricultores.
La esencia de las alianzas, apuntó Ysembert, “es multiplicar esfuerzos, ya que en la región de Latinoamérica norte los pequeños agricultores de México son una prioridad estratégica”.