Esta iniciativa de un apicultor en Q. Roo busca ayudar a productores con el marketing y comercialización de alimentos orgánicos
Chetumal, Q. Roo (México). – La granjita en tu casa es la iniciativa del empresario y apicultor Alberto Rangel, quien para ayudar a productores de las localidades de Laguna Guerrero y Raudales, ubicadas al sur de Chetumal, colabora en el marketing y comercialización de alimentos orgánicos que se venden en la capital del estado a costos accesibles y que en plena pandemia han visto una oportunidad de negocio.
Alberto Rangel, quien vivió en la zona de Laguna Guerrero y Raudales, conoce a personas que siembran o producen diversos productos de temporada y que se organizan cada 15días, exactamente en la quincena, para formar unas despensas que contienen más de 20 productos, incluido medio litro de miel que produce y entrega en donación Alberto Rangel y que el mismo ayuda a repartir. Adicional a las despensas vendidas, se entregan entre cinco y siete despensas que se reparten a familias que lo necesitan.
“Les preguntamos a la gente que nos compra si conocen alguna familia en situación vulnerable; cuando no tenemos a quién entregarlo lo llevamos al asilo de ancianos, o a la casa de niños”, precisó.
Alberto Rangel lleva algunos años coadyuvando con el desarrollo de estas localidades incluso con la enseñanza del inglés, pero en esta época de confinamiento vieron la oportunidad en la entrega de despensas, considerando que hay familias que no quieren salir.
Desde hace dos meses preparan las despensas orgánicas que venden en 399 pesos y que al momento han tenido buena aceptación de modo que prácticamente se venden entre 40 y 50 despensas quincenales.
La despensa contiene medio litro de miel, huevos de patio, longaniza, tortillas de harina, queso fresco, medio litro de manteca, pepino, calabaza, limones, chile habanero, pimienta, cilantro, rábanos, recado rojo, zacate limón, medio kilogramo de frijol y frutas como plátano y papaya.
Aunque esto no representa un gran margen de ganancia para el campesino, impide que se echen a perder los productos. “Preferimos vender a que se eche a perder, las despensas están bien surtidas, aunque no hay mayor margen de ganancia”, precisó.
Con información de: La Jornada maya
