El microbioma del suelo actúa de manera semejante a la flora intestinal en los animales: hace disponibles nutrientes, forma compuestos esenciales y condiciones físicas y químicas para un adecuado desarrollo; actúa como escudo protector y activa el sistema de defensa contra enfermedades, entre otras funciones similares.
Por Juan Pablo Mora*
En el manejo de la sanidad de los cultivos, hemos normalizado que siempre debemos usar pesticidas, ya sea orgánicos o convencionales, para prevenir plagas y enfermedades. Pero, ¿realmente es necesaria esta práctica? O bien, ¿las plantas podrían defenderse y sólo habría que aplicar pesticidas de manera ocasional?
Si hablamos de la salud humana, una persona que usa medicamentos para prevenir enfermedades, no se puede considerar sana. Para lograr nuestra salud y tener un sistema inmunológico robusto, es necesario tener hábitos saludables.
El comer diverso y balanceado con una dieta rica en frutas y verduras, tomar suficiente agua, dormir bien, hacer ejercicio, practicar la higiene y tener pensamientos positivos, son rutinas necesarias para mantenernos sanos.
Todos estos hábitos igualmente nos ayudan a mantener una microbiota o flora intestinal saludable. Este microbioma a su vez es el principal responsable de nuestra salud y en donde se inicia la activación del sistema inmune. De acuerdo con estudios recientes, el 90% por ciento de las células en el cuerpo humano son microbios, y estas tienen gran influencia en nosotros, desde la estabilidad mental y emocional, hasta la prevención de enfermedades.
Regresando a las plantas, ¿cuáles son esos “hábitos” para mantener y lograr su salud, sin requerir los pesticidas “preventivos”? Gran parte de la respuesta está en todas las prácticas que promuevan la salud del suelo.
El microbioma del suelo actúa de manera semejante a la flora intestinal en los animales: hace disponibles nutrientes, forma compuestos esenciales y condiciones físicas y químicas para un adecuado desarrollo; actúa como escudo protector y activa el sistema de defensa contra enfermedades, entre otras funciones similares.
El hábito primordial a seguir en los cultivos es alimentar la microbiología del suelo, como lo es en el caso de los animales, la alimentación de la flora intestinal. Nutrir al suelo con una dieta balanceada y diversa, rica en fibra. Esto lo podemos lograr con policultivos o asociación de cultivos, donde el principal motor de la microbiología son los exudados de las plantas.
Cada especie exuda diferentes compuestos que activaran diferentes microorganismos. Teniendo policultivos o practicando la rotación de cultivos habrá una biología más diversa que le dará estabilidad para no desarrollar enfermedades en los cultivos.
Otra manera de agregar alimento a el suelo es con el uso de compostas, de preferencia procedentes de residuos vegetales de origen muy variado y ricos en lignina. La mayoría de los suelos agrícolas están deficientes en hongos, y la lignina es de los principales alimentos de los hongos benéficos. En síntesis, la diversidad de alimentos, de diferente origen, que proporciones al suelo, resultará en una biología más diversa y estable.
En las personas hay individuos que son más susceptibles a enfermedades que otros. Si te tocó ser resistente o susceptible es algo que todavía no podemos elegir, esto ya viene en tus genes. Lo bueno, en el caso de los cultivos, es que si puedes elegir la genética con variedades resistentes que estén adaptadas a tus condiciones particulares, por lo que la selección de una buena variedad es otro buen hábito.
Los hábitos de higiene y de aislamiento para evitar la propagación de plagas y enfermedades es algo que no hay que dejar de lado, así como la adecuada hidratación, son fundamentales en la salud de las plantas.
Por último –pero no menos importante– para ayudar a las plantas a que se defiendan, es importante tomar decisiones basadas en mediciones y no en suposiciones. Llevar mediciones como la biología del suelo, el estatus nutricional de las plantas, la fenología y desarrollo, temperatura, humedad, radiación y balance energético, nos ayudarán a tomar decisiones correctas basadas en conocimiento, además de que el aprendizaje será mayor en cada ciclo de cultivo, cuando cruces la información y sepas dónde lograste los mejores y peores resultados.
Queda todavía mucho que descubrir y aprender en el mundo de la salud. Pero con lo que se conoce hasta ahora, es posible lograr personas y plantas capaces de tener un sistema de defensa fuerte, que no requiera de medicamentos o pesticidas preventivos, solo es cuestión de seguir hábitos saludables.
* Representante de Ventas Orgánicas, Centro México, Semillas Vitalis. https://mx.vitalisorganic.com/