Envases y empaques elaborados a base de insumos naturales o con tecnología que garantice la calidad de los alimentos, son cada vez más una constante ante la demanda de trazabilidad e inocuidad que exigen los consumidores y la urgencia de gestionar adecuadamente los residuos
Por Astrid Rivera*
México. – Mallas tejidas, envases de plástico reducido, polímeros vegetales, embalajes con materiales biodegradables, son algunas de las tecnologías que la industria de los empaques está desarrollando para los productos agrícolas y que a largo plazo serán tendencia.
Ante la prohibición de los plásticos y el crecimiento del comercio electrónico derivado de la pandemia de COVID-19, el sector de los embalajes enfrenta el reto de generar innovaciones que no sólo protejan los productos agrícolas y conserven sus propiedades, sino que también sean sustentables y rentables económicamente para toda la cadena agroindustrial.
Alberto Díaz, director comercial de Girò Pack, comentó en entrevista con Agro Orgánico que debido a la COVID-19 más gente realiza sus compras por internet, incluyendo sus alimentos; en ese sentido los empaques individuales que contengan la cantidad específica –en el caso de frutas y hortalizas– son muy demandados, puesto que evitan que el personal de los supermercados tengan contacto con el producto, pues solo toman la bolsa de malla tejida y la llevan para su entrega a domicilio.
“En los últimos cinco años ciertos productos han encontrado en este tipo de empaque –la bolsa de malla tejida– el ideal para venderse; a raíz del crecimiento que ha tenido el comercio electrónico, para algunos supermercados ha sido mucho más fácil estar desplazando una bolsa con una cantidad de producto, principalmente el aguacate o los cítricos en Estados Unidos y la gente lo puede pedir por internet y es mucho más sencillo de esa manera. En esta época de pandemia, se han impulsado este tipo de empaques porque la gente o el consumidor, lo que busca es ya no estar más tiempo en las tiendas, ya no estar escogiendo productos, porque lo está asociando de alguna manera a un riesgo, entonces llega y toma un empaque”, apuntó.
Añadió que la certidumbre que aporta la bolsa de malla tejida no sólo es para los consumidores, sino también para los productores, puesto que al empacar cierta cantidad –una o dos libras–aseguran que su producto no va a mezclarse con otros y va a llegar íntegro a las tiendas, puesto que son muy resistentes este tipo de empaques.
“Al momento de poner la fruta en este empaque el productor sabe que no hay riesgo de que se mezcle su producto, su marca, con otro producto que tal vez no tenga las mismas condiciones de trazabilidad; entonces eso ha sido muy valioso para los centros comerciales sobre todo en Estados Unidos. Con esto me aseguro que el consumidor va a tener lo que yo necesito, lo que ellos están buscando, y eso ha sido el éxito de los empaques de malla tejida, que es el que más resiste al peso de la fruta”, expresó.
El director comercial de Girò Pack comentó que lo más importante en un empaque es que no se afecte el producto; en el caso de las frutas y las verduras, requieren condiciones especiales de temperatura para controlar la maduración, pero también que el producto vaya protegido contra golpes, de lo contrario pierde su valor. “Los empaques se van a adecuar tanto a las necesidades del consumidor, a las del producto y obviamente a las necesidades de la tienda”, indicó.
Comentó que ante la tendencia mundial de reducir los plásticos, se están desarrollando empaques que reduzcan la cantidad de este material, pero que al mismo tiempo sean resistentes y accesibles; por lo que el reto al que se enfrenta esta industria es cómo ser más sustentable, además de cumplir con las necesidades del producto.
“Se han desarrollado otro tipo de empaques, de microfibras de plástico reducido, que tiene el mismo tipo de empaque pero con mucha menor cantidad de plástico, o también alternativas donde puedes añadir papel a los empaques. Entonces haces un empaque mucho más ligero y con mucho menos plástico, cubriendo la misma función de que pueda respirar el producto y llevarse individualmente”, expuso.
Destacó que aunque han elaborado mallas con fibras vegetales a base de maíz y celulosa, no han sido tan demandadas debido a que su costo es más alto en comparación con las que contienen plástico; sin embargo, aseguró que se están realizando investigaciones para que a largo plazo este tipo de materiales sean más accesibles y se masifique su uso.
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