La superficie de cultivos orgánicos en México es superior a 600 mil hectáreas
Redacción Agro Orgánico
México. – La superficie de cultivos orgánicos en México registra un crecimiento del 35 por ciento anual, con más de 600 mil hectáreas sembradas; sin embargo, los trámites para la certificación orgánica son costosos y burocráticos, lo que encarece el costo final de estos productos e impide que más productores se sumen al sector, señalaron el investigador de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), Gerardo Noriega Altamirano y el presidente de la Sociedad Mexicana de Productores Orgánicos (Somexpro), Homero Blas Bustamante.
En el marco del Foro Campesino de la XXI Feria Nacional de la Cultura Rural de la Universidad Autónoma Chapingo –realizado del 6 al 16 de octubre– señalaron que los productos orgánicos únicamente se comercializan en 62 mercados del país; por ello, propusieron mayor promoción y abrir nuevos mercados a los productos orgánicos, así como fomentar la producción para reducir el costo final de los alimentos orgánicos.
Asimismo, destacaron la relevancia de México en la producción de orgánicos, ya el país ocupa el tercer lugar mundial –precedido por India e Indonesia–; en esta actividad participan alrededor de 200 mil agricultores, genera 245 mil empleos directos e ingresos superiores a los 600 mil dólares anuales, principalmente por exportaciones, que corresponden al 80 por ciento de la comercialización total.
Respecto a los costos de certificación, Mauricio Soberanes Hernández, miembro del Instituto para la Certificación Ética y Ambiental de Italia en México, explicó que el costo del trámite se basa en el número de hectáreas cultivadas y es, en promedio, de 150 pesos por hectárea, en el caso de alimentos básicos.
El costo de la certificación –añadió– equivale al dos por ciento de la inversión de producción, mientras que la renovación de la certificación es anual y por hectárea. La certificación incluye la producción, la transformación y la comercialización del producto.
Asimismo, precisó que la certificación varía según el mercado de destino, con lo cual los costos también son diferentes, aunque mencionó que entre más hectáreas se certifiquen, los costos se reducen. En este sentido, sugirió a los productores certificar por lo menos, 10 hectáreas.
Retos para el sector orgánico
Al referirse a los retos de la agricultura orgánica en México, Gerardo Noriega Altamirano, especialista en restauración de suelos de la UACh, consideró que el mayor reto del sector es incrementar el rendimiento para reducir costos de producción, con la finalidad de hacer accesible a todo el público los alimentos orgánicos.
Al respecto, mencionó que los suelos restaurados de manera orgánica mediante procesos como la ecointensificación, han permitido obtener rendimientos de toneladas de maíz por cada hectárea cultivada, en Hidalgo, con una inversión de mil 500 pesos por tonelada e ingresos de 4 mil 400 pesos por tonelada.
Con base en lo anterior, señaló que solo incrementando rendimientos en producción será posible tener un precio competitivo, ya que los esquemas de producción de alto rendimiento contribuyen a cubrir los costos de un certificado de agencia, superiores a 30 mil pesos, o un certificado participativo como alimento orgánico, aun sin contar con apoyos gubernamentales, como los otorgados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
En este sentido, destacó que la UACh trabaja en la formación de especialistas en materia de suelos y los procesos metabólicos a nivel celular, que permitan impulsar la producción orgánica a través del Programa de Extensionismo dirigido a organizaciones sociales y productores.
Por su parte, el presidente de la Somexpro, Homero Blas Bustamante, mencionó que el alto costo y la burocracia de la certificación orgánica deja a muchos productores en una escala de producción agroecológica que solo se comercializa a nivel local, sin oportunidad de exportar.
Acerca del alto precio de los alimentos orgánicos, dijo que esto se debe a que la demanda es mayor a la producción, lo cual puede ser revertido ya que “la producción orgánica es más barata que la efectuada con agroquímicos, de tal forma que existe la posibilidad de poner en las manos del consumidor productos a precio convencional, es cuestión de generar más alimentos para atender la alta demanda”.