En el mundo viven 300 millones de personas con diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad
Suecia.– Una investigación internacional dirigida desde la Universidad de Lund en Malmö ha descubierto que un compuesto abundante en el brócoli reduce los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2. En un ensayo clínico presentado en la revista Science Translational Medicine, los investigadores han demostrado que un concentrado de este vegetal es eficaz en los pacientes obesos que tienen la enfermedad desregulada, sin que presente ningún efecto secundario significativo.
En el mundo viven 300 millones de personas con diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad. Afecta sobre todo a personas mayores de 50 años, y se calcula que entre un 20% y un 25% no pueden mantener sus niveles de azúcar bajo control con el fármaco más usado –la metformina– a causa de sus efectos secundarios. Un exceso de azúcar en sangre puede provocar pérdidas de visión, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y del riñón, y conducir a necesidad de amputar pies o piernas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una buena parte de la responsabilidad del incremento de azúcar es del hígado, especialmente en los pacientes obesos. Según explican los investigadores en una plataforma web para difundir la investigación sueca, el hígado de las personas obesas se vuelve insensible a la insulina, una hormona clave para regular del metabolismo del azúcar. Inmune a las señales de la insulina, el hígado se comporta como si la persona estuviera en un ayuno permanente. Fabrica azúcar en grandes cantidades para alimentar al resto de órganos, pero ese azúcar se acumula en la sangre.
Los investigadores centraron sus esfuerzos en buscar un fármaco para controlar precisamente este fenómeno. A través de ensayos con ordenador, y luego en experimentos con células y ratones, los científicos dieron con un compuesto que inhibe la fabricación de azúcar en el hígado: el sulforafano, una sustancia que abunda en verduras como las coles de Bruselas o los brotes de brócoli.
A continuación, los investigadores llevaron a cabo un ensayo clínico 103 pacientes con diabetes tipo 2. Como fuente de sulforafano, eligieron un concentrado de brotes de brócoli, puesto que ya se habían probado en personas para tratar otras enfermedades, como el cáncer y el autismo, y no habían producido efectos secundarios. Durante las doce semanas que duró el ensayo, los voluntarios tomaron el concentrado en su desayuno, en una dosis equivalente a 5 quilos de brócoli diarios, además de su medicación habitual.
Los pacientes que más se beneficiaron del tratamiento fueron aquellos en los que la medicación convencional –metformina en la mayoría de los casos– no conseguía mantener a raya el azúcar, y que además eran obesos. En el resto de casos, el extracto de brócoli no afectó sustancialmente a los niveles de azúcar.
“Todavía no se pueden recomendar altas dosis de extractos de brotes de brócoli a los pacientes como tratamiento, ya que se requieren nuevos estudios para comprobar qué grupos se beneficiarían más”, escriben los investigadores en el artículo de Science Translational Medicine. Sin embargo, ya están trabajando en convertir el concentrado de brócoli en un alimento funcional para mejorar el control del azúcar en sangre, según informa Anders Rosengren, director de la investigación, por correo electrónico. “También estudiaremos su efecto en individuos en riesgo de desarrollar diabetes, para ver si también se puede usar para prevenir la enfermedad”, añade el científico de la Universidad de Lund.
Sobre el consumo de brócoli para prevenir esta enfermedad, Rosengren advierte que la verdura en estado natural tiene una concentración mucho menor de sulforafano, insuficiente según sus datos para afectar al azúcar en sangre. “Aunque el brócoli es sano por muchas otras razones”, puntualiza. Por otra parte, remarca, el calor elimina el sulforafano, así que para que sea efectivo el concentrado de brócoli debe tomarse crudo.
Con información de La Vanguardia