La aplicación de ciencia, innovación y tecnología en el sector agroalimentario permitió un crecimiento del 74 por ciento en la producción nacional de alimentos: Sagarpa
Redacción Agro Orgánico
Ciudad de México. – En los últimos años, la aplicación de ciencia, innovación y tecnología permitió un crecimiento del 74 por ciento en la producción nacional de alimentos, al pasar de 162 millones a 282 millones de toneladas, señaló el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Calzada Rovirosa.
Lo anterior –agregó el funcionario– contribuyó a lograr un superávit en la balanza comercial agroalimentaria de siete mil millones de dólares. Asimismo, recordó que de 1994, que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a la fecha, el número de personas dedicadas a la producción de alimentos aumentó de 5.3 millones a siete millones, con la incorporación de más mujeres y jóvenes emprendedores.
Al inaugurar la Primera Jornada Nacional de Innovación Agroalimentaria, Calzada Rovirosa destacó que el valor de las hortalizas creció mil por ciento y la carne de res en más del mil 100 por ciento, lo que, afirmó, es un logro de los productores.
Asimismo, subrayó que el tema de la innovación es fundamental en el desarrollo del sector primario y de bienestar para millones de familias, ya que “permite diseñar el México del futuro, con perspectiva, para saber con mayor certeza y dirección lo que se tiene que hacer en los próximos años, qué instrumentos ofrecer al productor para planear en dónde queremos estar en el ámbito internacional”.
Por su parte, el subsecretario de Agricultura de la Sagarpa, Jorge Narváez Narváez, indicó que el tema de la innovación, su desarrollo y aplicación, contribuye a mejorar la seguridad alimentaria, adaptación al cambio climático y a lograr una mejor rentabilidad en esta actividad productiva.
En su oportunidad, el vicepresidente de Insumos estratégicos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Francisco Javier Valdez, consideró que la innovación es el mejor camino para asegurar la seguridad alimentaria, por lo que –apuntó– se deben alinear planes de estudio de las universidades y centros de investigación a las necesidades de los productores, fortalecer las alianzas público- privadas y orientar la producción con base en la demanda del mercado.