Los agricultores del país están disfrutando de una cosecha otoñal muy abundante, y prevén una cosecha especialmente buena de frutas y hortalizas
Oslo. – Científicos opinan que el cambio climático podría beneficiar al sector agrícola de Noruega de cara al futuro. Los agricultores del país están disfrutando de una cosecha otoñal muy abundante, y prevén una cosecha especialmente buena de frutas y hortalizas.
«Este otoño ha sido fantástico, y las previsiones para las hortalizas, como las patatas, las zanahorias y las cebollas, son excelentes. Tanto las papas como las zanahorias nos darán un año mejor que el anterior, y que terminará de forma parecida a 2014, que fue particularmente bueno», explica Morten N. Andersen, director del consejo de la cooperativa Grøntprodusentenes samarbeidsråd (GPS).
«En conjunto, ha sido un año muy provechoso para las frutas. Por ejemplo, el otoño ha tratado muy bien a las manzanas, que están creciendo mucho gracias al calor», afirma Bjørn Eidhammer, portavoz de GPS.
Tore Furevik, del Centro Bjerknes de Investigación Climática, asevera que el buen rendimiento de los cultivos confirma las predicciones de los modelos climáticos.
«Hemos observado que la temporada de cultivo en Noruega se ha prolongado; además, la primavera llega antes y el verano y el otoño duran más tiempo, como vemos en las mediciones de temperatura», comenta Furevik.
Mientras que, en el resto del mundo, las altas temperaturas que provoca el cambio climático suelen perjudicar a la producción de alimentos, Noruega está experimentando el efecto contrario.
«Aunque el aumento de las precipitaciones también puede dar problemas a los agricultores, podemos afirmar que prolongar la temporada de cultivo tiene más consecuencias positivas que negativas para la agricultura. Sin embargo, es evidente que la cosecha variará de un año a otro, y algunos años podríamos sufrir lluvias extremas que desemboquen en periodos particularmente vulnerables», concluye.
Con información de The Local