Productores, empresas y organismos internacionales anunciaron una alianza para promover alternativas que permitan enfrentar las consecuencias del cambio climático en este cultivo, además de hacer su producción más rentable y menos contaminante.
Por redacción Agro Orgánico
Morelos, México. – Con el objetivo de impulsar el Programa nacional de transferencia de tecnología para la producción rentable y sustentable de la caña de azúcar en México, productores, empresas y organismos internacionales anunciaron una alianza para promover alternativas que permitan enfrentar el cambio climático y la sequía.
Dicha alianza fue presentada en el marco de Bonsucro Global Week 2024, realizada el pasado 23 de mayo, con la participación de la empresa mexicana Biofábrica Siglo XXI, Bonsucro, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la Unión Nacional de Cañeros (UNC-CNPR), Syngenta y Biome Makers.
En un comunicado, Biofábrica Siglo XXI señaló que la alianza tiene como ejes la investigación y el desarrollo biotecnológico, así como la capacitación y asistencia técnica para los productores.
Asimismo, durante el evento se dieron a conocer los resultados del primer año del proyecto Fondo de Impacto Bonsucro –impulsado de forma conjunta por Biofábrica Siglo XXI, UNC-CNPR y The Coca Cola Company– entre los que destacan que con el uso de biofertilizantes microbianos, se logró incrementar en el primer ciclo productivo, 55% el rendimiento y 95% el ingreso al productor, así como reducir el uso de fertilizantes químicos en 22% y aumentar 8% la captura de carbono en cuatro parcelas ubicadas en el Estado de Morelos.
Con base en estos resultados, Marcel Morales Ibarra, director de Biofábrica Siglo XXI, informó el inicio de la etapa de masificación de esta tecnología, integrada a otras prácticas de agricultura regenerativa, y apuntó que la alianza será una vía para lograrlo.
Asimismo, subrayó que los niveles de productividad y sustentabilidad en caña de azúcar serán “significativamente mayores” si al uso de los biofertilizantes se añade la incorporación de materia orgánica al suelo, el control biológico de plagas y enfermedades, la sustitución de la cosecha manual por mecanizada y el uso eficiente del agua.
Gracias a la disminución de agroquímicos y el uso de fertilizantes microbianos –agregó– hay una regeneración del suelo que permite un incremento importante en el secuestro del CO2 y un uso más eficiente del agua.
Por su parte, Diego Montenegro, representante en México del IICA, resaltó que el empleo de bioinsumos es una tendencia que será exitosa porque sin plantear una eliminación “de la noche a la mañana” de fertilizantes químicos, han propuesto, inteligentemente, la utilización de éstos junto con los biológicos.
Esta práctica, aseguró, “demostrará que los suelos mejoran, capturan carbono y generan la posibilidad de que el agricultor tenga mayores rendimientos”. Por ello, afirmó que el IICA promoverá estas tecnologías entre los productores aunque precisó que las políticas públicas son fundamentales y deben tratar de promover más esfuerzos de trasferencia de estas tecnologías, y siempre acompañarlos con asistencia técnica.
En su oportunidad, la directora de Fomento a la Agricultura de la Sader, Mirna Aragón, mencionó que, como parte de las acciones para una zafra sin quemas –práctica responsable de más del 50% de los gases de efecto invernadero que genera el cultivo– se impulsa la mecanización del campo cañero. En este sentido, la funcionaria informó que China donará a México 33 paquetes de maquinaria agrícola que incluyen un tractor y una cosechadora.
Este esfuerzo, dijo, “estará orientado en un principio, al sur-sureste mexicano, e impactará entre 40 y 50 mil hectáreas” y contará con la participación de Biofábrica Siglo XXI, ya que la cosecha mecanizada, acompañada con el uso de los biofertilizantes, ayudaría a eliminar entre un 70-80% de las emisiones del cultivo.
En representación de los productores cañeros, Rigoberto Verduzco, secretario de Finanzas de la UNC-CNPR, consideró que estas tecnologías son una solución para las problemáticas que enfrenta la agricultura, como la falta de agua, la degradación de suelos y el alto costo de los fertilizantes sintéticos.
Finalmente, Danielley Morley, CEO de Bonsucro –plataforma global que avala la producción sostenible de aña de azúcar– destacó que esta alianza, y el trabajo realizado, “es exactamente lo que buscábamos hacer cuando lanzamos el Fondo de Impacto Bonsucro, utilizar los ingresos de la venta de los créditos certificados, para invertir en innovación, e incentivar alianzas, y ustedes han probado, que esto funciona”.