Alfonso García Araneda*
Sin duda, la semana pasada estuvo cargada de noticias para los granos que cotizan en Chicago, sumado a la tregua comercial de 90 días pactada entre Estados Unidos y China en el marco del G20, lo cual generó expectativas positivas para sus cotizaciones.
El lunes pasado inició con la idea de que tras la tregua pactada, China regresaría a comprar maíz y soya estadounidenses tan pronto como esa misma semana. Los optimistas hablaban incluso de cifras cercanas a 15 millones de toneladas, mientras que los más conservadores estimaban cifras cercanas a 5 millones de toneladas.
El martes en medio de una tensa calma y sin noticias de China en el mercado, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) emitió su reporte sobre oferta y demanda al mes de diciembre, en donde el mercado no esperaba mayores cambios por el lado de la oferta, pero quizá sí ciertas revisiones a la baja en sus expectativas de exportaciones debido al ritmo más lento que se ha venido observando comparado con el promedio de los últimos cinco años.
Al final del día, podríamos decir que el resultado de las cifras presentadas por el USDA fueron neutral bajistas, ya que en el caso de los granos a nivel mundial, el USDA incrementó la expectativa de los inventarios finales para el ciclo 2018-19 para ubicarlos en maíz en 308.8 millones de toneladas contra las 307.2 esperadas por el mercado, en soya quedaron en 115.3 millones contra 113.1 esperadas, mientras que en trigo se ubicaron en 268.1 millones versus 266.4 estimadas.
A nivel Estados Unidos la situación fue bastante similar, ya que el USDA ubicó los inventarios finales para maíz en 45.24 millones de toneladas contra 44.1 esperadas, para soya informó de 115.3 contra 113.1 estimadas, y en el caso del trigo lo ubicó en 26.51 contra 26.15, en los tres casos por encima de los inventarios esperados el mes pasado.
En cuanto a la producción de Brasil y Argentina, podríamos decir que también incrementó las expectativas de producción de manera muy moderada.
Con toda la información anterior se pensaría que el mercado tendería a la baja; sin embargo, el miércoles se empezaron a anunciar finalmente compras de soya por parte de China. Al principio, se hablaba solamente de 500,000 toneladas, pero conforme avanzó la sesión en Chicago se fueron anunciando mayores compras hasta alcanzar un estimado de 2.2 millones de toneladas, lo que le dio un respiro a los granos.
Si bien es cierto que fue un buen volumen, éste dista mucho de los 5 millones que estimaron los conservadores y mucho más de la cifra alegre de 15 millones de la que hablaban los más optimistas, lo que trajo como consecuencia que el mercado mostrara solamente alzas moderadas.
La verdad sea dicha es que estas compras fueron más bien vistas como un acto de buena voluntad por parte de China a fin de distensionar la relación comercial entre los dos países en medio de la tregua; no obstante, nadie cree que China levante el arancel de 25% impuesto a la soya norteamericana hasta que no se alcance un acuerdo definitivo.
Para aderezar el tema, Brasil y Argentina muestran buenas condiciones climatológicas para sus cultivos, y grano va a haber más que suficiente.
A lo anterior habría que sumar los temores de una desaceleración económica global por el incremento en tasas de los Estados Unidos y la propia guerra comercial, la cual ya le pasó la factura a China que mostró el viernes pasado el peor dato en años, en sus ventas minoristas y de producción industrial.
Por lo pronto, y a pesar del respiro que se han tomado los granos desde el pasado mes de octubre, el contrato a plazo de marzo 2019 que cotiza en Chicago para maíz, soya y trigo ha retrocedido de sus niveles máximos alcanzados en el año 11.4, 12.62 y 13.82%, respectivamente.
Por todo lo anterior, queda claro que la tregua comercial no necesariamente generará alzas en granos, por lo que hoy más que nunca hay que aprovechar las alzas para tomar coberturas.
Con información de El Economista