Esta experimentación llevaría en el futuro a la extinción de ejemplares animales que se alimentan de plantas GM
Ciudad de México. – Organizaciones sociales, ambientales y sindicales de distintas partes del mundo publicaron un llamado para exhortar a los gobiernos reunidos en Cancún, Quintana Roo, en la Conferencia de las Partes (COP13) del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), a establecer una moratoria sobre la controvertida tecnología de impulsores genéticos ya que, alertan, podría provocar la extinción de especies animales y vegetales.
“El llamado es para que se ponga una moratoria, o sea, que se pida un alto a todos los países del mundo a la experimentación, mientras no existan las reglas adecuadas y también a toda forma de liberación, sea experimental o comercial y prevenir la accidental”, dijo Silvia Ribeiro, directora para América Latina de la organización internacional Grupo ETC, en entrevista para SinEmbargo.
Ribeiro exhortó a los 196 países participantes en la COP13 a detener la liberación de los impulsores genéticos hasta que haya una verdadera discusión y un análisis de los riesgos que esto conlleva, además de una decisión regulatoria de los gobiernos sobre si es posible o no usar esta tecnología sin todos los impactos que pueda implicar.
La investigadora explicó que los impulsores genéticos fungen como una de las tecnologías de biología sintética, la cual está diseñada “para engañar a las leyes de la herencia”, o sea, todas las especies de cruza sexual, sean plantas, animales e incluso humanos, quienes como progenitores ponen la mitad de la información.
Los impulsores genéticos, abundó, lo que hacen es borrar la información del otro progenitor para implantar la suya. De esa manera, el gen transgénico se continúa reproduciendo “imparablemente” y así la descendencia hereda dicho gen.
“Es una manera de manipular genes en la naturaleza que hace que se sigan reproduciendo. El mayor interés no es con cultivos, el mayor interés es poder eliminar especies que son consideradas malezas, entre ellas mosquitos, ratones y algunas plantas”, dijo, con lo que en próximas generaciones se podría llegar a la extinción de ejemplares que se alimentan de ellas.
Asimismo, instó a los gobiernos a incluir en su agenda tres puntos a analizar en el tema de biología sintética e impulsores genéticos: afectaciones la salud de los seres humanos, el impacto en la naturaleza y remarcó la importancia de conocer también cómo se verían perjudicados los modos de producción sustentables de campesinos indígenas.
“Pensamos que es una tecnología que no se debe liberar. Inclusive, no debe ni de experimentarse en laboratorios si no hay reglas adecuadas de bioseguridad porque podría liberarse accidentalmente al medio ambiente y como está diseñado para diseminarse agresivamente, un accidente podría ser terrible”, alertó.
Por ello, las más de 160 organizaciones de la sociedad civil de los seis continentes se unieron al llamado. Entre ellas, Amigos de la Tierra Internacional, la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (UITA), la Vía Campesina Internacional, la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM); la organización internacional de pueblos indígenas Tebtebba; la Unión Europea de Científicos por la Responsabilidad Social y Ambiental (ENSSER), la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS, México), Grupo ETC y la Red del Tercer Mundo.
Con información de Sin Embargo