Crear un suelo artificial, a partir de la mezcla de residuos orgánicos e inorgánicos, tardaría unos cuantos meses
Ciudad de México. – Los desechos de la Ciudad de México pueden ayudar a generar tecnosuelos que permitan, entre otras cosas, evitar inundaciones en distintas zonas.
La doctora Blanca Prado, investigadora del Instituto de Geología de la UNAM, explicó a Publimetro que los tecnosuelos son suelos artificiales creados por desechos de construcción, madera, aserrín, composta y otros materiales orgánicos que se mezclan y son utilizados para sembrar plantas de ornato y algunos alimentos como jitomate, maíz, frijol y calabaza.
Además de producir agricultura urbana, los suelos artificiales tienen otras ventajas, por ejemplo -dijo- regenerar jardineras, construir parques, azoteas verdes y ayudar a evitar inundaciones, pues facilitan la infiltración del agua.
“Uno puede decidir para qué diseñar el tecnosuelo, por ejemplo, podría ser para facilitar la infiltración del agua y evitar inundaciones. Entonces, se diseña con las características adecuadas para que pueda soportar una precipitación intensa en la ciudad”, expuso.
Comentó que los tecnosuelos que tienen en Ciudad Universitaria no se han inundado y han resistido lluvias de gran magnitud como las que se han registrado en las ultimas semanas, por lo que ahora buscan llevar estos suelos artificiales a otros lados y a una escala más grande.
¿Dónde construirlos?
Blanca Prado comentó que han tenido acercamientos con algunas alcaldías de para poder construir suelos artificiales, aunque las negociaciones continúan.
“Algunas delegaciones se nos ha acercado porque uno de los materiales que utilizamos en la construcción de los tecnosuelos son los materiales de construcción y de excavación, nos comentaban que algunas zonas se convirtieron en receptoras de estos desechos de construcción. Ahí se podría montar muy bien el experimento porque otros de los materiales que utilizamos es composta y ahí tienen una planta de composta”, sostuvo.
Subrayó que no hay nada concreto, pero que se encuentran analizando los tipos de desechos que hay en la zona y la utilidad que se le daría al suelo artificial.
Por último, destacó que estos suelos artificiales son de gran importancia pues la naturaleza tarda más de 400 años en formar un centímetro de suelo natural, incluso -dijo- algunos requieren milenios. “Para propagar plantas comestibles debe haber un suelo de, por lo menos, 35 a 40 centímetros de espesor, y crear uno artificial a partir de la mezcla de residuos orgánicos e inorgánicos lleva unos cuantos meses”.
Con información de Publimetro