México aún se encentra en un nivel de bajo a intermedio en comparación con resto del mundo en cuanto a innovación en maquinaria agropecuaria
Alina Archundia Ramírez*
La innovación mexicana en tecnología agrícola para procesos orgánicos destaca a nivel mundial por su calidad, funcionalidad, versatilidad, por ser única a nivel global –en algunos casos– y por su precio que es hasta 40 por ciento menor a equipos similares de Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, el potencial de crecimiento de esta maquinaria de fabricación nacional es amplio debido, por una parte, al desconocimiento de su existencia, así como por el incipiente número de especialistas del ramo que emprenden para su creación específica que responda a las necesidades del campo mexicano, y en particular para procesos orgánicos.
En entrevista para Agro Orgánico, el profesor investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica Agrícola de la Universidad Autónoma de Chapingo, J. Guadalupe Gaytán, señaló que desde una perspectiva global, México aún se encentra en un nivel de bajo a intermedio en comparación con resto del mundo, en cuanto a innovación en maquinaria agropecuaria.
De hecho, expuso que lamentablemente la innovación y generación de tecnología agrícola tiene un amplio rezago en México.
Por ejemplo, en cuanto a la incorporación de componentes automatizados en las máquinas y equipos agrícolas, a pesar de que se comercializan en el país máquinas importadas cada vez más automatizadas con componentes electrónicos.
“Es decir, el país opta más por comprar la tecnología de vanguardia que desarrollan en otros países, en lugar de proponerse incursionar fuertemente en la generación de esta tecnología”, subrayó Gaytán.
Lo anterior, agregó, pese a que hay maquinaria agrícola que debe ser específica para cubrir las necesidades del campo mexicano, tanto para cultivos orgánicos como tradicionales.
La razón es que resulta conveniente incorporar máquinas y equipos que trabajen adecuadamente en las diversas condiciones y tipos de suelos; así como en distintas condiciones productivas, climáticas, económicas, sociales y organizacionales, además de las estrictamente técnicas que garanticen trabajos de calidad.
Por ello, el especialista consideró que ante la diversidad y heterogeneidad de maquinaria disponible en el mercado, se requiere de su adecuada selección o adaptarlas a esos requerimientos de los productores nacionales.
J. Guadalupe Gaytán recordó que el mercado mundial de maquinaria agrícola está dominado sólo por tres grandes consorcios internacionales que, por supuesto, también están presentes en el mercado mexicano.
“Nuestro país importa tractores (especialmente de la gama alta y tractores pequeños), cosechadoras, sembradoras de precisión, equipos forrajeros, y a su vez exporta tractores de la gama intermedia, sembradoras e implementos diversos”.
Detalló que el mayor comercio se realiza con los Estados Unidos, Brasil, Argentina, Colombia, y en menor medida con otros países.
Agregó que además de la importación, en materia de desarrollo de maquinaria agrícola innovadora, el sector agrícola del país tiene como retos la producción de alimentos suficientes para una población en constante crecimiento.
Además, subrayó que esos alimentos deben ser de calidad, sanos e inocuos, libres de pesticidas; más baratos, con poca cantidad de insumos y que sean menos contaminantes; y en cuya producción se empleen tecnologías de producción agrícola sostenibles con un compromiso de conservación del medio ambiente y uso eficiente del agua.
El experto aclaró que a ello se suma que la investigación y el desarrollo tecnológico que se realiza en el país “está muy disperso y con recursos insuficientes.
“También carece de una política bien establecida. Se encuentra desligada y divorciada de la industria que desarrolla y fabrica la maquinaria; así como desarticulada de las necesidades de los agricultores, por lo que es muy difícil que responda a esas necesidades”, aseguró.
Agricultura orgánica: vital para ampliar desarrollo de maquinaria
Respecto al desarrollo de maquinaria agrícola innovadora destinada a procesos orgánicos, el investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo indicó que en la actualidad el reto mayor es que esa tecnología de producción de cultivos se conozca ampliamente.
Asimismo, que se practique por un mayor número de productores y se difunda para adquirir la relevancia necesaria que le permita utilizar una parte importante de superficie agrícola del país.
Y en tercer lugar, que el consumidor esté ampliamente convencido de las ventajas de los productos orgánicos lo que a su vez generará un gran volumen de productos.
“A medida que esto ocurra, se generará una mayor necesidad y demanda de máquinas y equipos para realizar los procesos y operaciones propios de la agricultura orgánica, tales como la aplicación de abonos orgánicos, compostas, así como los insumos orgánicos para la protección de los cultivos”, aseguró Gaytán.
No obstante, aclaró que hoy en día, ya existen cultivos orgánicos que trabajan con maquinaria agrícola innovadora en donde destacan el café, aguacate, nopal verdura, frutillas, hortalizas en huertos familiares, cacao y limón.
Aunque señaló que, en general, las operaciones agrícolas que se practican están muy poco mecanizadas en la fase de producción en campo.
Pero subrayó que en la fase de postcosecha se emplean equipos de tecnología avanzada para la selección por tamaño, color, peso y para verificar su estado físico. J. Guadalupe Gaytán aclaró que no hay una amplia diferencia entre técnica entre la maquinaria agrícola convencional y la que se utiliza para procesos orgánicos.
Incluso, el investigador aseguró que algunos equipos pueden ser los mismos que se utilizan en otras tecnologías de producción. Sólo requieren modificaciones o adaptaciones menores.
Explicó que lo que cambia es el tipo de insumo que debe ser de origen orgánico como es el caso de abonos orgánicos, compostas para proteger a los cultivos de otras plantas, plagas y enfermedades.
Detalló que en la actualidad la maquinaria agrícola con tecnología de punta se basa en el uso de sistemas de información geográfica y de posicionamiento global.
También, por el empleo de las tecnologías de la información, manejo del suelo por sitio específico y el empleo de máquinas y equipos que puedan realizar una aplicación variable de insumos mediante la incorporación de sensores y actuadores, incluyendo el uso de drones.
“Si esta es la tecnología innovadora, no se está empleando en la agricultura orgánica. No obstante, la agricultura orgánica es en sí misma una tecnología de producción innovadora y pronto deberá evolucionar, tecnificarse y consolidarse porque a todos nos interesa consumir alimentos sanos, inocuos, de calidad”, aseguró.
En cuanto al desarrollo en México de maquinaria agrícola para procesos orgánicos agregó que existen diversas empresas mexicanas que han desarrollado con gran éxito máquinas y equipos para la producción de composta, tales como volteadoras y mezcladoras autopropulsadas y accionadas por un tractor, por ejemplo.
Tal es el caso de la empresa de origen nacional Inagrind, especializada en ingeniería agrícola industrial y donde su director general, Miguel Aguirre Soto, expuso que en China ya se copiaron algunos modelos de esta tecnología mexicana, pero sin garantía de calidad.
En entrevista también para Agro Orgánico, el directivo de la empresa expuso que la amplia capacidad de manufactura con la que cuenta México le permite exportación de maquinaria agrícola nacional de alta calidad e innovación, principalmente a Centro y Sudamérica.
Indicó que Inagrind está dedicada a la fabricación de maquinaria agrícola para procesos orgánicos como composteadoras y soluciones para rellenos sanitarios.
La empresa es única en el mundo en multiprocesadores de composta que mezclan, voltean, pican y airean derivado de un sistema mecánico exclusivo compuesto por un cilindro convergente con paletas y cuchillas.
“Combinar la parte mecánica y el amplio conocimiento en procesos microbiológicos, es parte fundamental de nuestro éxito”, destacó el director general de Inagrind quien detalló que la innovación de sus máquinas derivó de la falta de equipo especial para el campo mexicano.
“Como ingeniero agrónomo tengo más de 35 años trabajando desde diversos puntos con todo lo relacionado con los procesos orgánicos. Empecé a importar máquinas de Estados Unidos, pero me di cuenta que a ese equipo le faltaban adecuaciones para el mercado nacional.
“Los fabricantes de ese país no estuvieron dispuestos a modificar sus máquinas para adecuarlos al mercado mexicano, por lo que decidí hacer los cambios yo mismo”, explicó Miguel Aguirre.
Ese reto lo obligó a crear nueva tecnología para adaptarla a las necesidades del campo mexicano que requiere de equipos versátiles y multifuncionales, como las multiprocesadoras que no la tiene ni Estados Unidos, ni Europa.
México, líder en fabricación de maquinaria para procesar orgánicos
Con ello, México se convirtió en líder de fabricación de maquinarias autopropulsadas eléctricas, lo que implica menor consumo de combustible, menos caballaje y mayor eficiencia en su utilización; aunado a la facilidad de encontrar las refacciones en el mercado nacional y por ende a un menor costo.
“En el caso de las maquinas eléctricas, originalmente fuimos los primeros, pero al parecer en China ya fabrican algo similar, aunque desconozco la calidad debido a que no se introducen en América Latina”, expuso.
Aguirre Soto destacó también la importancia de la maquinaria especial que desarrolló Inagrind para los invernaderos que sirve para moler residuos, por ejemplo de la planta de pimiento morrón, chile, jitomate y pepino junto con los sustratos.
“Eso nos permite tener una máquina multiprocesos que puede moler y compostear al mismo tiempo”, explicó. En este contexto, el ingeniero agrónomo subrayó que hay un amplio interés en países de Sudamérica por adquirir esta innovadora maquinaria mexicana, sin embargo, aseguró que “para mí el objetivo fundamental es el mercado nacional.
“La razón es que considero que en México hay un potencial muy grande para el desarrollo y comercialización de equipo agrícola”.
Señaló que evidentemente los sectores objetivo son principalmente el agropecuario y el agroindustrial, es decir, con procesos orgánicos.
Al respecto, destacó que en el caso de los invernaderos, de no cumplir con el requisito de sustentabilidad y reciclaje en sus procesos, en pocos años estarán imposibilitados para exportar.
Por ello es importante que se modernicen tal y como lo hacen actualmente los huertos de aguacate y berries, que hoy pertenecen a exigentes mercados internacionales.
Asimismo, Miguel Aguirre destacó que un mercado que potencialmente es amplio para la maquinaria de procesos orgánicos es el municipal, toda vez que 50 por ciento de sus desechos son residuos sólidos orgánicos.
Dijo que actualmente dichos residuos no están debidamente procesados, por lo que causan problemas de contaminación en mantos friáticos y malos olores, pese a que existe la posibilidad de convertirlos en fuente de composta para un país que es altamente agrícola.
De hecho, aseguró que hoy en día aún es bajo el porcentaje de productores orgánicos que utilizan maquinaria especial para sus procesos, y quienes la adquieren es porque son obligados para llevar a cabo la exportación de su producto.
“Por ello hay muchas empresas que se ostentan como orgánicas y la verdad no lo son; es algo muy ambiguo. Hace falta más regulación, porque hoy se encuentran en el mercado productos que no son realmente orgánicos”.
Respecto a las entidades federativas del país que utilizan más maquinaria para sus procesos orgánicos, informó que destacan los ubicados en el occidente principalmente como es el caso de Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Querétaro, y en menor escala algunas partes del Pacífico.
Le seguirían otras entidades como Jalisco, ingenios azucareros en el Veracruz, Chiapas y en el norte del país Sinaloa y Sonora.
Dijo que la tecnología en esas entidades es demandada para maíz y alfalfa en el caso de productores de leche, así como para berries, aguacate y toda clase de hortalizas.
Aguirre Soto aseguró que en México se genera tecnología de buena calidad y a precios competitivos, “porque estamos muy por debajo de los precios europeos y no son mejores”.
Sin embargo, destacó que la diferencia es que las empresas de Estados Unidos y Europa ofrecen a sus clientes financiamiento; situación que la gran mayoría de las empresas mexicanas están imposibilitadas para llevarlo a cabo.
Agregó que el financiamiento es un factor que permite al cliente confiar en la calidad del equipo, “pero pagan cantidades muy altas, Yo creo que los empresarios mexicanos las adquieren más por desconocimiento, que por malinchismo”.
Muestra de ello es que la empresa cuenta con clientes líderes en el mercado del sector agrícola que decidieron dejar de comprar equipos procedentes de otros lados del mundo y adquirirlos en México por calidad, innovación tecnológica y servicio.
Ejemplificó que en equipos de tirón, Inagrind los ofrece a más de 40 por ciento por debajo del precio en Europa, mientras que en los equipos autopropulsados una máquina de 3.5 de ancho vale 150 mil dólares, y una europea 170 mil euros.
Miguel Aguirre resaltó también que la empresa atiende tanto a grandes y medianas empresas, como a pequeños; así como a agricultores que tienen procesos rudimentarios.
La razón es que Inagrind ofrece modelos económicos que tienen un costo de 200 mil pesos, promedio, hasta máquinas de casi un millón de pesos o autopropulsadas que valen 95 mil dólares y otras, 150 mil dólares.
Finalmente, destacó que 70 por ciento del material con que la empresa fabrica las máquinas es nacional y únicamente 30 por ciento es de origen importado.
Maquinaria debe contribuir a una agricultura sostenible: FAO
De acuerdo con la publicación “Mecanización para el desarrollo rural: estudio de modelos y evolución en el mundo”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la maquinaria del corto y mediano plazos deberá contribuir también a una agricultura que sea sostenible para el medio ambiente.
Ello implica una menor cantidad de productos químicos y un uso más eficiente del agua y de la maquinaria, es decir, “la maquinaria agrícola tiene que ser inteligente, robusta, precisa y eficiente con el fin de minimizar el impacto sobre el suelo y el paisaje”.
Según el estudio, el aumento de la maquinaria dentro de la agricultura “es algo inexorable”, pero dicho proceso debe llevarse a cabo con base en políticas adecuadas que impidan desajustes socioeconómicos y medioambientales.
La FAO destaca que la necesidad de esas nuevas tecnologías aumentará con la demanda de alimentos de la población y subraya que la escasez de mano de obra en momentos puntuales y decisivos del calendario agrícola viene a demostrar esa realidad.
Por ello, el organismo internacional exhorta a fomentar el desarrollo sostenible del sector privado para ofrecer a los agricultores las opciones correctas de tecnología a los precios correctos para incrementar la productividad agrícola y reducir pérdidas postcosecha.
Por otra parte, y con base en el documento de “Innovar para competir. 40 casos de éxito” de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la producción de orgánico en la zona cafetalera de la Sierra Nororiental del estado de Puebla es un caso de claro de las ventajas de innovar en los procesos de producción.
El caso se refiere en particular a la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske que trabaja en el municipio de Cuetzalan en dicha zona cafetalera, y que es considerada la principal cooperativa indígena productora de café en México, con 40 años de existencia.
La dependencia destaca que tras la implementación de innovaciones destinadas a la producción de café orgánico, y donde se incluye maquinaria con tecnología de punta, la cooperativa impactó en los diversos eslabones de la cadena.
De hecho, comercializar café orgánico abrió a la organización nuevos nichos de mercado con mayor valor, toda vez que las certificaciones de café orgánico y comercio justo permitieron su acceso al mercado internacional de manera competitiva.