Algunos de los productos que se deshidratan y se convierten en polvo para hacer bebidas y batidos son coles rizadas, brócolis, espinacas, berros, remolachas, berries y cúrcuma
Wellington. – Nueva Zelanda está tratando de no depender tanto de la producción de leche en polvo, de la cual es el segundo mayor productor, solo por detrás de China y muy por delante de la UE, que ocupa el tercer puesto. El mercado de los productos lácteos se está volviendo muy competitivo, especialmente por las subvenciones que reciben las empresas europeas y, según algunos, por el creciente proteccionismo en algunos países.
Para producir tanta leche, los agricultores tienen que cultivar muchísima hierba para alimentar al ganado, por lo que el Gobierno de Nueva Zelanda está tratando de fomentar que también se cultiven hortalizas de hoja y de raíz, pero tiene que existir un mercado para estos productos. La solución, según Richard Guy, de Driedfresh Ltd., pasa por deshidratar los productos agrícolas y convertirlos en polvo para exportarlos.
Algunos de los productos que se deshidratan y se convierten en polvo para hacer bebidas y batidos son las coles rizadas, las berzas, los brócolis, los puerros, las espinacas, los berros, las remolachas, las frutas, las «berries» y la cúrcuma.
«Estos polvos, que se elaboran mediante las máquinas deshidratadoras de Driedfresh, son perfectos para hacer batidos, ya que no pierden su valor nutricional en el proceso y son fáciles de usar. El mercado de la medicina natural también está en auge y la cúrcuma tiene cada vez más demanda. Es increíble la diferencia que hay entre la cúrcuma deshidratada mediante esta tecnología y el método tradicional de hervirla y dejarla secar al sol», explica Guy.
«Para conservar los nutrientes, el sabor y el color, hay que deshidratar los productos por debajo de los 40 °C. Las deshidratadoras de microondas también funcionan, pero se pierde el valor nutricional», añade.
«El Gobierno de Nueva Zelanda ha llevado a cabo un estudio que enumera toda la tecnología de deshidratado que pueden usar los productores. Tenemos deshidratadoras por pulverización, por congelación, por microondas al vacío y, por último, la tecnología de Driedfresh, que deshidrata osmóticamente en el vacío en una atmósfera modificada. Llevamos desarrollando esta tecnología 20 años y es complicada, porque, para deshidratar a bajas temperaturas, es necesario hacerlo en el vacío, y no hay oxígeno. Sin embargo, hemos conseguido superar estos obstáculos y contamos con Scott Technology, de Dunedin, para que fabrique nuestras deshidratadoras», continúa Guy.
Se están construyendo centros de deshidratación en todas las regiones de producción de Nueva Zelanda, como Auckland y Hawke’s Bay. Las deshidratadoras están instaladas en contenedores para poder conectarse a una fuente de alimentación, y se pueden transportar a las plantaciones para deshidratar los cultivos allí mismo. Una red de servicios alquila y ofrece asistencia con las deshidratadoras de Driedfresh, que están conectadas a internet para que cualquier problema pueda detectarse al instante.
«Además de los increíbles beneficios que tienen para la salud las frutas y hortalizas en polvo, este proceso reduce los desperdicios, ya que las frutas que no sean de clase I también pueden aprovecharse, lo que es de especial importancia para el sector ecológico, que cuenta con un porcentaje menor de frutas de clase I», explica Guy.
«Se puede comprar kiwi ecológico en polvo mucho más barato que el polvo no ecológico, ya que el rendimiento de los productores ecológicos es aproximadamente del 40% y necesitan deshacerse del resto. Del mismo modo, las hojas de brócoli suelen tirarse, pero tienen el mismo valor nutricional que el resto de la planta, o incluso más, así que las podemos convertir en polvo también. Las leyes que obligan a los supermercados a reducir sus desperdicios entrarán en vigor muy pronto y, cuando busquen qué hacer con los productos sobrantes, encontrarán la respuesta perfecta en uno de estos centros de deshidratación», concluye Guy.
Con información de Fresh Plaza