Un grupo de mujeres emprendedoras carne de conejo con cero grasas y sin ninguna hormona de crecimiento
Durango, México. – Emilia Valenzuela Díaz, del poblado de León Guzmán, Durango, pertenece al grupo de cunicultoras “Mujeres Emprendedoras”, que producen en una granja de alimentos orgánicos, en su caso, carne de conejo.
En 2015, Emilia inició con una granja de traspatio, donde la secretaría de Agricultura le cedió 3 vientres, un macho y una jaula para que en su hogar ella pudiera realizar autoconsumo de carne de conejo.
Desde ese momento, su producción de conejos se multiplicó y le dio valor agregado a la carne producida.
A cuatro años, Emilia y su grupo ya tienen una granja equipada con 150 vientres, 15 machos y cerca de mil conejos, los cuales han disminuido gracias a la comercialización que le han dado. Sin embargo, la productora asegura que otra camada de cachorros fortalecerán el negocio.
Productos como carne de canal, ya sea molida, adobada o para hamburguesa; chorizo, gazapo y pie de cría se han llevado a otras ciudades y estados, donde se ha aceptado de gran manera, pues el conejo es 100% magro, es decir, sin grasas. Los estados del norte son los que mejor la han aceptado, porque no consumen puerco.
La carne, además de ser magra, contiene proteínas y vitaminas, pues la alimentación de estos animales es a base de pacas de alfalfa y están en medio de parcelas donde se produce maíz para forraje, alfalfa y conejina.
“Los conejos no tienen hormonas de crecimiento”, asegura Emilia.
Por semana se producen 40 kilos de chorizo; además de las carnes para hamburguesa, las manitas en salsa barbiquiu; carne de adobo, en piezas, barbacoa, carne para pozole y para tamales.
Cabe destacar que la carne de conejo es buena para el consumo para quienes son diabéticos, hipertensos, para quienes reciben quimioterapias, porque les ayuda a fortalecer el cuerpo por el desgaste que tienen.
“Quienes lo consumen nuestra carne han visto los beneficios”, señaló la productora.
Con información de: El Sol de la Laguna