Una sola hectárea de milpa es capaz de producir más de 54 toneladas de diversos alimentos al año
México. – Las prácticas ancestrales de cultivo como la milpa maya, deben además de preservarse y rescatarse, difundirse como un medio vital para lograr independencia alimentaria y transformar a la agroindustria tradicional a una agricultura 100 por ciento orgánica, consideró el especialista Jairo Restrepo Rivera.
En conferencia de prensa para presentar su libro, “La Luna, el sol nocturno en los trópicos y su influencia en la agricultura”, el ingeniero agrónomo recordó que una sola hectárea de milpa, es capaz de crear más de 54 toneladas de diversos alimentos al año.
“Esa cifra sigue siendo hasta hoy un récord a nivel mundial, además de que en una milpa se llegan a cultivar más de 180 especies diferentes de plantas y alimentos, lo que incluso lo convierte en una actividad subversiva, porque la gente que produce no tiene que ir a los supermercados por comida”, explicó.
El agrónomo de origen colombiano, comentó que en la milpa se producen maíz, frijol, calabaza y muchas hortalizas, aparte sirve para alimentar a las aves, tienes entonces huevo y proteína animal.
“Entonces ya no tienes por qué depender de un supermercado, eso es una de las cosas más significativas que tiene este método de cultivo ancestral, que ha mantenido libres e independientes a millones de personas”, añadió.
En todo el planeta, continuó, hay más de mil 500 millones de personas que aún se mantienen con la producción de alimentos en el campo, es decir son auténticos campesinos. “Hablamos de mil 500 millones de personas que no dependen de las grandes cadenas ni pasan a comprar sus alimentos en esos negocios”, subrayó Restrepo Rivera.
Agregó que eso vuelve mucho más importante la preservación de los métodos de cultivo ancestrales y su posible difusión como medio para hacer que la producción de alimentos cada vez se vuelva más orgánica, un hecho que empieza a tomar relevancia por el acelerado crecimiento de la demanda de productos 100 por ciento orgánicos.
“En Estados Unidos, los productos orgánicos son un mercado de más de 39 mil millones de dólares al año, lo que refleja el potencial económico que tienen los cultivos tradicionales además de permitir la independencia alimentaria de las comunidades productoras”, abundó.
Por esa razón, el especialista insistió en que los gobiernos deben de cambiar sus políticas tradicionales de apoyar al campo con una visión de industrialización del mismo. Además de empezar a dar mayores apoyos a quienes preservan los métodos de cultivo ancestrales para que puedan ampliar su capacidad productiva.
“Hoy vemos incluso organismos como el Banco Mundial apoyando proyectos relacionados con la agricultura orgánica, pero lo importante no es hacer que ésta sirva de nuevo a las grandes trasnacionales de siempre que buscan monopolizar la actividad”, dijo. Indicó que la intención es que sea operada y financiada en favor de las comunidades campesinas.
Con información de Notimex