Las semillas de maíz, chile, cebolla y calabazas son las más imitadas por las personas y organizaciones criminales que operan en el país
México. – La piratería de semillas deja pérdidas por 80 millones de dólares anuales; y afecta en mayor medida al mercado del maíz y hortalizas, advirtió el director Ejecutivo y Técnico de la Asociación Mexicana de Semilleros (Amsac), Mario Puente Raya.
Señaló que el negocio de las semillas supone un mercado de mil millones de dólares anuales en México; no obstante, 8% de éste es captado por los comercializadores ilegales.
Refirió que este problema tiene ocupados a autoridades, organizaciones y productores para generar conciencia a través de la distribución de información; porque dicha situación tiene un alto impacto negativo en la industria formal y, sobre todo, entre los agricultores.
Puente Raya explicó que los agricultores son los más afectados; porque el uso de semillas apócrifas genera cultivos de bajo rendimiento, contaminación de suelos, plagas y grandes pérdidas monetarias.
Lo anterior por no no cumplir con los estándares de sanidad, inocuidad y calidad.
Las semillas de maíz, chile, cebolla y calabazas, principalmente, son las más imitadas por las personas dedicados a esta actividad ilegal.
Los agricultores alertaron que, en muchas ocasiones, toman las semillas de los huertos, las multiplican, las pintan de tal manera que se parezcan a las originales y las venden a menor precio; e incluso sin ser la variedad solicitada, dijo.
El integrante de Amsac señaló que estas personas utilizan además envases falsos o reciclados –costales, bolsas, botellas o latas– para rellenarlos con las semillas de dudosa procedencia.
Además de que falsifican las etiquetas de las marcas reconocidas para colocarlos sobre los mismos.
Estados más afectados
Puente Raya reveló que la asociación tiene a las zonas noroeste, centro y el altiplano como focos rojos de mayor venta de semillas piratas de maíz y hortalizas.
Debido a esto, pidió a los agricultores estar al pendiente del tipo de empaque, la cantidad del producto, la información contenida en las etiquetas, tanto de la impresa como de la certificación emitida por las autoridades correspondientes, y el lugar de venta o distribución.
“En la industria de las semillas, la piratería no es algo nuevo y se conoce quiénes son las empresas que las venden; lo cual permite identificar los productos, los empaques, las etiquetas y quiénes son los nuevos vendedores”, afirmó.
Con información de Notimex