De no resolverse positivamente la denuncia de antidumping contra el tomate mexicano, el tomate mexicano deberá pagar un impuesto de 17,9 por ciento
Sinaloa, México. – De no resolverse positivamente la denuncia de antidumping contra el tomate mexicano, que vencerá el 7 de mayo, el día inmediato después el tomate mexicano deberá pagar un impuesto de 17,9 por ciento, abundó Ulises Robles Gámez.
La capacidad productiva de las empresas hortícolas, el movimiento internacional, así como la generación de divisas en todo el país y miles de empleos estarían en grave peligro, aceptó el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades).
El líder agropecuario abundó que cualquier empresa que se vea obligada a pagar un impuesto tan alto sobre el valor de su producción total mermaría sus flujos, por lo que una gran cantidad de voces se han unido para la defensa del tomate de Sinaloa y de todo México.
«Se están haciendo las gestiones con el Gobierno de Estados Unidos, con despachos de abogados especialistas en el tema, con el apoyo total del Gobierno federal mexicano y el estatal».
Recordó que antes de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el tomate de Florida comprendía hasta el 60 por ciento de la oferta en la Unión Americana:
«De cada diez tomates que se comían los estadounidenses, seis y medio eran de Florida, y 3,5 eran de México, hace 25 años. Hoy, poco más de la mitad son tomates mexicanos, y el 45 por ciento es producto de Florida. Ellos alegan que la oferta mexicana les está ganando la partida con los consumidores, es más que nada la competitividad», comentó.
Por su parte, Sergio Esquer Peiro descartó que otros mercados sean una opción favorable para los productores mexicanos por condiciones propias de cada país: «Canadá es un productor neto de tomate. En el verano, a partir de marzo, no sería una opción. Obviamente, buscarás otros países donde no estés pagando arancel, pero no es la solución para México en lo absoluto», destacó el presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC).
Con información de El Debate