La normativa pretende modernizar y homogeneizar este tipo de agricultura en toda la Unión Europea
Bruselas. – Los parlamentarios de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo (PE) respaldaron las nuevas reglas sobre producción orgánica y su etiquetado, una normativa que pretende modernizar y homogeneizar este tipo de agricultura en toda la Unión Europea (UE), para la que ya hay un acuerdo provisional.
Los parlamentarios dan así luz verde a un procedimiento que debe votarse en el Consejo para su aplicación, prevista a partir del 1 de enero de 2021, y avalado ya por los representantes de los Veintiocho en asuntos de agricultura.
Esta modernización busca incrementar la confianza de los consumidores en los productos orgánicos y desplegar el potencial del sector para su crecimiento, subrayó la Eurocámara en un comunicado, en el que precisa que el texto fue respaldado por 29 votos a favor, once en contra y cuatro abstenciones.
La propuesta impone controles más estrictos en la cadena alimentaria, al menos una vez al año o cada dos años si no hay sospechas de fraude.
Con las nuevas normas, los agricultores estarán obligados a aplicar medidas de precaución para evitar la contaminación y, si se sospecha el uso de un plaguicida o fertilizante no autorizado, el producto no podrá llevar la etiqueta ecológica hasta una investigación posterior, con el riesgo a perder su estatus de orgánico.
Este nuevo conjunto de medidas, para el que se logró un acuerdo en julio tras tres años de negociaciones, pretende garantizar una competencia justa para granjeros y operadores, así como evitar el fraude y las prácticas poco justas.
También propone una certificación más fácil para los pequeños agricultores, que podrán solicitarla de manera «grupal».
En la última década, la superficie orgánica de la Unión Europea (UE) ha aumentado en unas 500.000 hectáreas al año y, aún así, representa sólo el 6,2 % del total de la superficie agrícola utilizada.
En 2015 había casi 185.000 explotaciones ecológicas en toda Europa y alrededor de 306.500 productores, procesadores e importadores ecológicos en la UE.
La eurodiputada de Alternativa Galega, Lidia Senra, respaldó la propuesta, que actualiza una legislación de hace veinte años, pero consideró que es «un acuerdo de mínimos que no da una respuesta real a las necesidades reales de los agricultores».
«Para nosotros, la agricultura ecológica tiene que ir más allá, no puede entrar en el comercio global de alimentos sino basarse en la producción de proximidad y temporada.
¿Hasta qué punto podemos considerar como ecológico un alimento que presenta un fuerte impacto medioambiental derivado de su traslado a millones de kilómetros?», apuntó Senra.
Con información de Efe