Los controles de plagas mediante métodos orgánicos no intentan eliminar todos los insectos, ya que esto descompensaría el equilibrio natural
Redacción Agro Orgánico*
La agricultura ecológica propone obtener unos alimentos de máxima calidad nutritiva respetando el medio y conservando la fertilidad del suelo, mediante una utilización óptima de los recursos locales sin la aplicación de productos químicos sintéticos.
En este tipo de cultivo, la aplicación de principios ecológicos nos permite asegurar una alta calidad de los productos. Este modelo se integra dentro de una perspectiva que busca fomentar un comportamiento sostenible, capaz de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer las de generaciones futuras.
Emplear métodos orgánicos para controlar las plagas en lugar de sustancias químicas agresivas, equivale a un entorno más sano tanto para nosotros, como para las plantas, insectos y animales que nos rodean.
Los controles de plagas mediante métodos orgánicos no intentan eliminar todos los insectos, ya que esto descompensaría el equilibrio natural de vida en el huerto. No todos los insectos son enemigos de los cultivos.
Algunos insectos son polinizadores, otros ayudan a descomponer la materia orgánica y otros se alimentan de los insectos dañinos, con lo que a veces llegan a erradicar el problema sin que tengamos que intervenir.
Es muy importante aprender a reconocer la plaga y/o el daño que causan para poder controlarla. En algunos casos, el insecto es tan pequeño que nuestra mejor herramienta de diagnóstico es el daño causado a la planta.
Cabe señalar que el hecho de que un producto sea natural, no quiere decir que sea 100 por ciento inocuo, si bien es cierto que son menos –o nada– dañinos para el medio ambiente, en comparación con los insumos agrícolas convencionales.
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