El organismo de la ONU detalla tres formas en las que ayuda a las personas más vulnerables que dependen íntegramente de la agricultura, pesca y los bosques
Redacción Agro Orgánico
Roma. – Datos presentados en 2018 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), indican que el organismo brindó asistencia a unos 25 millones de personas del sector agrícola, en un total de 70 países.
La organización asegura que, desde los primeros días en los que se presentan conflictos, fenómenos meteorológicos extremos, desastres naturales, plagas, enfermedades animales u otras amenazas que devastan los medios de subsistencia y empujan a la gente al hambre; la FAO, con base en datos de alerta temprana y reducción de riesgos a la población, se hace presente para otorgar ayuda a los más necesitados. Esto último en trabajo conjunto con familias, comunidades y gobiernos locales y nacionales.
El organismo detalla tres formas en las que ayuda a las personas más vulnerables que dependen íntegramente de la agricultura, pesca y los bosques para prevenir lo peor y recuperarse después de cualquier suceso.
1.- Anticiparse y prepararse para las crisis
En un trabajo conjunto con los gobiernos y otros asociados, la FAO combina información existente para que se haga sonar una alarma ante señales de dificultades, como una sequía inminente.
Por ejemplo, en 2017 y 2018, los informes preventivos de la organización permitieron actuar con rapidez, ante un riesgo de sequía inmediata en el sur de Madagascar.
2.- Responder rápido y a gran escala
El año pasado con apoyo de la comunidad de donantes a su programa en EUA, la FAO recibió más de 600 millones de dólares, lo cual permitió a la organización realizar intervenciones a gran escala en algunas de las situaciones de hambre más graves del mundo del 2018.
Un ejemplo de esta forma puesta en práctica fue cuando en Yemen el organismo hizo llegar a más de 3 millones de personas vulnerables a través de una combinación de semillas de cultivos y hortalizas, aparejos de pesca, equipos de producción avícola, apoyo con dinero en efectivo, campañas de sanidad animal, repoblación de ganado y piensos.
Cabe destacar que, en muchos países pobres, el ganado es la posesión más importante de la población. No sólo proporciona leche para el sustento diario, sino que son activos de alto valor que pueden ser utilizados como aval o intercambiados por alimentos u otros productos esenciales.
En 2018, las campañas de sanidad animal de la FAO en situaciones de crisis trataron a 60 millones de animales. Un solo animal puede proporcionar ingresos o alimentos a entre tres y seis personas, combatiendo así la desnutrición infantil en diferentes países del mundo.
3. – Reducir riesgos y hacer frente a la vulnerabilidad
La FAO promueve medidas proactivas de gestión del riesgo y de reducción del riesgo de desastres (RRD) para ayudar a los países y las comunidades a hacer frente a la fragilidad que vive dicho sector, ya que los desastres y las crisis no sólo tienen efectos inmediatos en la vida de las personas, sino que pueden destruir medios de subsistencia que han tardado generaciones en desarrollarse.
La agricultura de conservación o el uso de semillas resistentes a la sequía son un ejemplo de la RRD.
Otra forma de reducir la vulnerabilidad de la familia y aumentar su fortaleza, es aumentar de la participación de la mujer en la agricultura y la producción de alimentos, ya que en la mayoría de los países en desarrollo las mujeres suelen ser responsables de la seguridad alimentaria y la nutrición en sus hogares.
El año pasado, para hacer frente a esta situación tan común, la FAO capacitó a 1 210 mujeres en la producción de alimentos y manejo poscosecha y les proporcionó insumos agrícolas como semillas de hortalizas de temporada, equipos de riego modernos e insumos para la producción de aves de corral.
El propósito de estas tres acciones que presenta la FAO es empoderar a la población rural de todo el planeta, ayudándola, incluso en las peores circunstancias, a seguir siendo autosuficiente y a mantenerse a sí misma y a sus comunidades mejor alimentadas.