La UE pretende alcanzar un mayor uso del etiquetado digital para reducir los costos, la burocracia y la huella ambiental de los productores.
Bruselas. – El Consejo y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo provisional para armonizar las normas de etiquetas de productos fertilizantes y bioestimulantes con el objetivo de hacerlas más claras y sencillas y avanzar en su digitalización, al mismo tiempo que se ofrece más información al agricultor sobre el manejo y la eficiencia del producto sobre los cultivos agrícolas.
Esta nueva legislación propone que los fabricantes de fertilizantes puedan comunicar la información del etiquetado de sus productos en formato digital, en formato físico, o en una combinación de ambos.
El acuerdo entre el Consejo y el Parlamento es provisional y deberá ser respaldado y adoptado formalmente por ambas instituciones. Una vez adoptado formalmente, las nuevas normas se aplicarán dos años y medio después de su entrada en vigor para permitir que se desarrollen normas técnicas mientras tanto.
El etiquetado digital permite ofrecer al usuario una información ampliada sobre el modo de aplicación, la eficiencia del producto y sus características.
Al mismo tiempo, la UE pretende que los fabricantes puedan reducir el costo del etiquetado dentro de la cadena de producción y mantener actualizada la información.
En todos los casos, los agricultores y otros consumidores de fertilizantes vendidos en envases seguirán teniendo acceso a etiquetas físicas para la información más relevante como son todo lo relativo a la protección de la salud humana y del medioambiente, composición, contenido y eficiencia agronómica, ya que esta continuará siendo obligatoria. Únicamente en el caso de los fertilizantes que se comercializan a granel, se permitirá que la información se presente en formato exclusivamente digital.
El acuerdo pretende alcanzar un mayor uso del etiquetado digital para reducir los costos, la burocracia y la huella ambiental de los productores. Los fabricantes de fertilizantes y bioestimulantes deberán garantizar que la etiqueta digital se pueda consultar de una manera sencilla y gratuita y esté accesible para todos. Además, se exige que estas etiquetas estén disponibles, mínimo, durante un periodo de diez años desde el momento que se comercialice el producto y durante todo el tiempo que permanezca en el mercado.
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