Casi el 8% de la población opta por este tipo de alimentación vegetariana
Madrid. – El vegetarianismo en sus diferentes vertientes es una clara tendencia al alza en España. Es una de las conclusiones del informe The Green Revolution, elaborado por la consultora Lantern y que hace una radiografía del consumidor español que ha decidido apostar por las dietas libres de carne, y también por el potencial económico de este mercado.
Y es que, más allá de cuestiones de moda, sostenibilidad o salud, no hay que olvidar que se trata de un negocio que mueve -según estas mismas fuentes- 4.000 millones de dólares anuales, y que crece a un ritmo del 6% anual.
Un negocio respaldado por las cifras en España, donde en los últimos 5 años el número de negocios dedicados a este tipo de alimentación se ha duplicado, hasta alcanzar los 800 establecimientos en 2016.
Unos datos en consonancia con el aumento de la población que se enmarca dentro de las denominadas opciones veggies, y que incluyen tanto a vegetarianos y veganos -que rechazan cualquier producto de origen animal-, como a los flexitarianos, que sólo esporádicamente consumen proteína animal y que basan su alimentación en los vegetales.
Sumando estos tres grupos, y siempre según los datos de este informe elaborado a partir de 2.000 entrevistas telefónicas, un 7,8% de la población ya se declara veggie. Eso sí, la proporción es muy desigual, con sólo un 0,2% de veganos, un 1,3% de vegetarianos y un 6,3% de flexitarianos.
¿Las razones para apostar por este tipo de alimentación? En casi el 60% de los casos, motivos éticos o animalistas, quedando los argumentos como la sostenibilidad (21%) o la salud (17%) muy por debajo.
Un grupo en el que las mujeres son mayoría (casi dos terceras partes), hasta el punto de que una de cada 10 mujeres en España ya se declara vegetariana, vegana o flexitariana. De hecho, según los datos recogidas, parece que esta última versión es una de las más extendidas y la que más crecerá en los próximos años. También uno de los grupos de consumidores más interesantes para la industria alimentaria.
Los denominados productos orgánicos, los alimentos de proximidad y kilómetros, los “sin” (lactosa, gluten…) y los superalimentos son los cuatro pilares -explican los responsables del estudio- a la hora de hacer la compra para estos grupos de población. Desde un punto de vista meramente comercial y económico se traduce en un dato importante para el sector: están dispuestos a pagar más por este tipo de productos.
En cualquier caso, la tendencia de España no es un caso aislado. De hecho, ese 8% queda todavía lejos de países como Reino Unido donde el 12% de la población adulta ya sigue este tipo de alimentación, y donde la cifra sube hasta el 20% si se analiza sólo a la población entre 16 y 24 años.
¿Moda pasajera? Parece claro que más bien se trata de una tendencia imparable que, al margen de los clásicos debates, también es ya un negocio cada vez más interesante para muchas marcas.
Con información de 20minutos.es
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