Se pretende preservar la biodiversidad, la agrobiodiversidad y la calidad de los productos de las comunidades rurales y costeras
Mérida, Yuc. (México). – Yucatán se declara libre de transgénicos y, mediante un decreto en el Diario Oficial del Estado, cerró la puerta a los cultivos de ese tipo, validando al mismo tiempo el interés que tiene la entidad por seguir fomentando y consolidar la agricultura orgánica con el valor agregado que los mercados demandan, señaló el secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Eduardo Batllori Sampedro.
Señaló que el miércoles pasado se publicó en el Diario Oficial del Estado y entró en vigor el jueves 27, el decreto 418/2016, que declara a Yucatán zona libre de cultivos agrícolas con organismos genéticamente modificados, así como de productos contaminados, para fines agropecuarios o para la producción de insumos de uso humano y agropecuario, a fin de preservar la biodiversidad, la agrobiodiversidad y la calidad de los productos de las comunidades rurales y costeras.
Explicó que la Seduma, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Rural, se encargará de la promoción de los cultivos orgánicos, para lo cual fomentará la inclusión de los productores en este tipo de agricultura, promoverá la entrega de semillas libres de organismos genéticamente modificados, capacitará a los productores sobre los cuidados de los cultivos, supervisará éstos para su correcto funcionamiento e implementará esquemas para la comercialización de sus cosechas.
“El Gobierno local no tiene facultades legales directas para establecer autorizaciones o negaciones sobre el uso de transgénicos, pero hay razones para sentar un precedente que evite el uso de transgénicos por cuatro puntos fundamentales”, explicó.
“El primero tiene que ver con lo social, proteger la salud de los yucatecos, no sólo semillas sino el paquete tecnológico que implica insecticidas y herbicidas.
Se han realizado estudios en los que se ha comprobado que los estos componentes causan enfermedades importantes”, expuso.
Miel
Comentó que el segundo punto que tiene es el tema económico, ya que es interés del Estado priorizar la producción de miel orgánica y sin contaminantes.
Yucatán produce casi el 15% de este producto en México, con más de ocho mil toneladas, de las cuales el 90% se exporta principalmente a Europa.
Indicó que también está el factor ambiental, para evitar la degradación de la biodiversidad. El glifosato puede afectar a las abejas y el agua.
El cuarto objetivo es incidir en la productividad de cultivos orgánicos, además de la milpa tradicional y la investigación tecnológica, para lo cual desarrollan un programa interinstitucional de investigación e innovación de los cultivos mayas y los sistemas agroecológicos.
No a Monsanto
La Suprema Corte de Justicia de la Nación dijo no a Monsanto para la siembra de soya transgénica en Yucatán. El máximo órgano judicial resolvió de esa manera la demanda que interpusieron productores de la Península, luego que esta empresa transnacional logró obtener, sin mucha claridad, un permiso de la Sagarpa para cultivos de prueba en esta entidad.
Sin embargo, el 4 de noviembre de 2015, los magistrados anularon el permiso concedido por la dirección general de Sanidad Vegetal del Servicios Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica) para que producir soya transgénica en la entidad, considerando que ese permiso violaba los derechos de los productores, en especial los apicultores que insistieron en daño que causaría en sus colmenas y la producción de miel.
Con información de Sipse.com