Mayas, empleados de empresarios por culpa del gobierno: Atilano Ceballos
Mérida, Yuc. (México). – La fiesta de Xunán Kab, celebrada el pasado 28 de octubre en el municipio de Maní, Yucatán, tuvo por lema “La fiesta de la vida”, precisamente porque la abeja melipona (xunán kab), endémica de Yucatán, está en peligro de extinción.
“Los abuelos mayas la veneraban y ahora la ciencia corrobora lo que los abuelos ya sabían: sin abejas no hay vida”, comenta en entrevista Atilano Ceballos Loeza, director de la Escuela de Agricultura Ecológica U Yits Ka’an.
Ya es una tradición en la escuela convocar a los pequeños meliponicultores mayas que están trabajando con la abeja sin aguijón y tienen pocas colmenas, para hablar sobre sus experiencias, dificultades y propuestas.
Los productores compartieron comidas elaboradas con su propia miel de abeja melipona, cada grupo o productor individual informó sobre sus productos y al final, el público degustó los buñuelos, el pollo marinado con miel y otras recetas.
Posteriormente, productores de Puebla, Brasil y Yucatán participaron en una serie de ponencias sobre las dificultades que atraviesan, la epigrafía de las últimas páginas del Códice de Madrid que habla sobre el policultivo y la experiencia de Brasil al lograr que el gobierno legisle en favor de los pequeños apicultores.
Rudy Edgardo Pérez Canché, pequeño productor de xunán kab, explica que este año fue muy difícil porque hubo una sequía de ocho meses. Comenta que de por sí la abeja melipona no produce tanto como las apis, y que una colmena puede tener 2 mil 500 o 3 mil abejas que representan un porcentaje de miel muy bajo comparado con otras.
Sin embargo, aclara rápidamente que esta abeja tiene mucho valor y que hay interés en las nuevas generaciones por preservar a las meliponas. Uno de los retos más grande, agrega, es el cambio climático y los químicos que impiden crecer a las especies en un ambiente adecuado.
“La idea es pedir que el entorno de las abejas se proteja. La deforestación, grandes emprendimientos que llegan a la península, las quemas de montes, arrasan con la flora endémica”, afirma Ceballos Loeza, quien también denuncia que la ignorancia de autoridades a nivel estatal, federal y municipal al repartir insecticidas y apoyar programas agrotóxicos es una amenaza para las abejas.
“La ineptitud de las autoridades que prefieren apoyar empresarios y que los mayas sigamos siendo los empleados de los empresarios. Este tipo de esquema, antimodelo, es lo que La Fiesta de Xunán Kab quiere demandar”, remata.
El paradigma de las multinacionales
Para Ceballos Loeza existen dos modelos o paradigmas: por un lado, están los sistemas de producción masiva en sitios como Homún y Holbox, o la nueva cervecera del poniente; y la alternativa de vivir en armonía con la naturaleza y bajo sistemas de producción sustentables.
“El primer esquema busca hacer a un lado las comunidades sin consultas o consultas amañadas, finalmente ellos son los que sufren las consecuencias de lo que sucede ahí, no los empresarios, ni las autoridades que otorgan permisos”, asevera.
En entrevista con el padre Raúl Lugo, también dirigente de la escuela, coincide que el problema de Homún y la granja porcícola es sólo una arista de un problema más grande. “Estos proyectos requieren un montón de recursos para la producción, alimentación, plantas, transporte, y está directamente relacionado con el calentamiento global. Una tercera parte de las emisiones contaminantes del mundo está ligada a estos sistemas de producción”, asegura.
Raúl Lugo comenta que no sólo la melipona está en riesgo, toda la apicultura lo está. El beneficio de las abejas está en la salud, tanto las abejas como otras especies endémicas como los murciélagos colaboran en el ciclo del medio ambiente para que pueda haber cultivo. “En Europa el problema de la extinción de las abejas es tan serio que están buscando alternativas a polinizadores naturales”, advierte.
Con información de La Jornada Maya