Una palma del desierto, la especie Yucca schidigera es la materia prima de Biosoil®, un mejorador de suelos que facilita la penetración del agua y del aire. Al modificar positivamente la estructura del suelo, las condiciones físicas de las plantas también mejoran.
Por Ana Isabel Rodríguez
Las saponinas son un conjunto de metabolitos secundarios producidos principalmente por plantas, en las que forman parte del sistema de defensa contra patógenos y depredadores. Con base en esta cualidad, las saponinas son desde hace décadas una importante materia prima para las industrias farmacéutica y agropecuaria.
De todas las palmas del desierto, las especies del género Yucca son las más ricas en saponinas; estas especies nativas de América del Norte suelen encontrarse en hábitats áridos y semiáridos. En México se encuentra la Yucca schidigera, una variedad endémica de Baja California y el sur de Estados Unidos. Esta palma es la materia prima de Biosoil®, un extracto de Yucca schidigera –desarrollado por la empresa Baja Agro International– que al aplicarse en los suelos agrícolas los “esponja”, haciendo más eficiente la penetración del agua y del aire. Al modificar positivamente la estructura del suelo, las condiciones físicas de las plantas también mejoran.
“Con la aplicación de Biosoil®, el ‘esponjamiento’ ocurre como resultado de una mejor estructura del suelo; esto es fundamental para las plantas porque un suelo estructurado es como un edificio bien cimentado. Logramos que el agua corra mejor, que haya más intercambio gaseoso y, al estar conformado por biomoléculas complejas, permite que los organismos patógenos se diluyan y que los benéficos se incrementen”, explica el ingeniero y especialista en Fitopatología, Jorge Camacho Gutiérrez, asesor técnico externo en Agricultura para Baja Agro International.
Biosoil® es un extracto 100 por ciento natural que se pasteuriza para lograr una concentración de entre 10 y 12 grados Brix (oB). Este producto con saponinas esteroidales y glicocomponentes, tiene una calidad tan estandarizada que, desde su desarrollo hace 15 años, no ha tenido más modificaciones que la incorporación de ácidos húmicos, agrega el ingeniero Camacho.
Bueno para las personas, excelente para las plantas
Si bien Baja Agro Internacional tiene una trayectoria de más de 40 años, el origen de sus soluciones agrícolas tiene como antecedente el conocimiento ancestral de comunidades indígenas de la región de donde es endémica la Yucca schidigera.
Hace siglos, las comunidades aborígenes del sur de Estados Unidos y el noroeste de México observaron mejoras en la digestión del ganado que se alimentaba con la flor de Yucca schidigera; asimismo, personas afectadas con artritis descubrieron que al consumir dicha flor se reducía significativamente el dolor provocado por la enfermedad. Con base en lo anterior, Baja Agro In desarrolló un producto para agregar en el alimento del ganado, así como un extracto concentrado para contrarrestar el dolor en las articulaciones.
En el caso del sector pecuario, la empresa identificó que los glicocomponentes de la yucca “secuestran” amoniaco y nitratos, sustancias tóxicas para los microorganismos porque elevan el ácido úrico. Así, desarrolló un producto que se agrega a los alimentos de aves, cerdos y bovinos, para ayudar a que el intestino de los animales elimine con mayor facilidad elementos tóxicos, como el amonio; además estabiliza el rumen y los organismos benéficos en este, con lo que aumenta la digestibilidad de los nutrientes.
Otra de sus aplicaciones es sobre el suelo de granjas porcícolas, donde se asperja para que absorba las altas concentraciones de amonio. Asimismo, en granjas avícolas se aplica en los galpones para evitar que las aves se asfixien por el ácido úrico. Incluso, el producto a base de Yucca shidigera se aplica a gallinaza y pollinaza para desintoxicarla y luego elaborar composta.
Este fue el punto de partida para el desarrollo de Biosoil®. Cabe precisar que como la Yucca schidigera crece de manera silvestre en el desierto y cada palma sólo puede ser cosechada una vez cada 25 años, su cultivo y explotación están regulados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Por esta razón, Baja Agro se unió con ejidatarios de Baja California para mantener la producción sostenible de más de 1,000 hectáreas donde se cultiva Yucca shidigera.
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