El boom de los productos orgánicos avanza con paso firme en la industria cosmética. Algunos de los factores que han impulsado la demanda de cosméticos orgánicos y eco friendly son la creciente preocupación de los consumidores con respecto a la salud desde un enfoque preventivo y la inocuidad de los productos de cuidado e higiene personal.
Esta tendencia es benéfica para la agroindustria. En el mundo, millones de agricultores se han visto beneficiados por las compras masivas de insumos específicos por parte de la industria cosmética. Ayer por la noche –buscando inspiración para esta carta editorial– me di a la tarea de revisar algunos productos que uso cotidianamente para mi arreglo personal.
Encontré que el gel de baño y el jabón facial están hechos con extracto de toronja; el champú y acondicionador, con karité. Y la crema corporal, a base de leche de cabra con arándano; éste último fue un gran descubrimiento en el pabellón de productores artesanales de Expo Agroalimentaria Guanajuato 2017, celebrada en noviembre.
Sin duda, la vocación agropecuaria seguirá centrada en las necesidades alimentarias y en paralelo, industrias como la farmacéutica y cosmética responderán a la demanda creciente de consumidores que buscan soluciones más naturales, sanas e inocuas que, además, hayan sido producidos bajo condiciones ecológicas, ambientales y sociales más humanas y sostenibles.
Además de las oportunidades que plantea la cosmética orgánica para la agroindustria, en esta edición abordamos también el reto de reinventar la producción de alimentos. Como nunca antes, los seres humanos contamos con las herramientas tecnológicas y el conocimiento necesarios para desarrollar, prácticamente, lo que sea.
La biotecnología, la genómica y las tecnologías de la información pueden contribuir a solucionar el problema de la producción de alimentos para abastecer la demanda creciente hacia el año 2050.
En este sentido, en entrevista con Ernesto Perea, colaborador de Agro Orgánico, el responsable de la División Crop Science de Bayer de México, Matías Correch, subraya que el reto del planeta es aumentar la productividad agropecuaria en 50 por ciento y eso sólo se logra con todas las tecnologías –químicas, biológicas y genéticas– y variedades de cultivos, que permitan controlar plagas, enfermedades, aumentar los rendimientos y soportar sequía, frío o calor.
Sin embargo, la aplicación de éstas debe considerar en forma prioritaria la sostenibilidad de los sistemas productivos y, por ende, del planeta. El equilibrio es la clave para que las distintas formas de producir alimentos convivan y logremos el objetivo de que cada día todas las personas cuenten con alimentos en cantidad y calidad suficientes.
Finalmente, en nombre de todo el equipo de Agro Orgánico, deseo para todos y cada uno de ustedes un 2018 extraordinario, pleno de dicha, éxito, salud y prosperidad. Agradecemos que sean parte de nuestro mundo y aquí nos leemos, en el año que está por comenzar.
Los abrazamos con cariño.
Ana Isabel Rodríguez
Directora Editorial
Agro Orgánico