El Senasica reportó el primer caso de influenza aviar AH5N1 en un ave silvestre clínicamente sana, que se ubicó en los humedales de Tototlán, Jalisco.
Por redacción Agro Orgánico
México. – La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) exhortó a los productores avícolas a reforzar las medidas de bioseguridad en sus granjas y unidades de traspatio y notificar inmediatamente a la autoridad sanitaria cualquier anomalía que observen en sus animales, esto ante el inicio de la temporada otoño – invernal, que conlleva la migración de aves provenientes de Estados Unidos y Canadá hacia el centro y sur del continente americano.
Asimismo, informaron que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) confirmaron en los humedales de Tototlán, Jalisco, la presencia de un ave migratoria que dio positivo al virus de influenza aviar (IA) AH5N1.
La especie portadora es un pato conocido como cerceta de ala verde, de la especie Anas crecca, que al momento de su captura se encontraba clínicamente sano, abundó la Sader en un boletín de prensa.
Sin embargó, la dirección de la Comisión México – Estados Unidos para la Prevención de la fiebre aftosa y otras enfermedades de los animales (CPA) resaltó que hasta el momento no se reporta mortalidad de aves silvestres ni en aves de traspatio en la región del hallazgo.
Por su parte, médicos especialistas de la Dirección General de Salud Animal (DGSA) explicaron que los patos y los gansos migratorios no visitan las granjas avícolas, aunque en los humedales en donde pernoctan para alimentarse y descansar pueden convivir con otras aves residentes que podrían contagiarse y visitar las granjas avícolas que no tienen medidas de protección contra ellas, como son las mallas pajareras.
De acuerdo con datos oficiales del organismo de Agricultura, alrededor del 19 por ciento de las granjas en el país no cuenta con medidas optimas de bioseguridad, porque tienen puertas abiertas, agujeros en techos y cualquier resquicio por el que pueden ingresar aves silvestres al interior de una caseta que alberga a las que están en producción.
Por ello, el Senasica apuntó que este tipo de unidades deben implementar como mínimo: baños obligatorios con cambio de ropa para ingresar a las granjas, reforzar las mallas pajareras y mantener las puertas cerradas, con el fin de evitar el ingreso de aves residentes que pueden estar infectadas, como los zanates y gorriones.
Además, recordó que todas las granjas comerciales deben tener bajo contrato a un veterinario responsable autorizado (MVRA) en unidades de producción de aves, para que verifique el cumplimiento de las disposiciones oficiales de sanidad animal y para avisar a la CPA, de manera inmediata, cualquier incremento en la mortalidad de aves o baja en la producción de huevo.
La DGSA precisó que este hallazgo no representa un brote de la enfermedad ni afecta el estatus de país libre. Se trata –dijo– de un caso ecológico, ya que, de acuerdo con los lineamientos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), sólo considera la notificación obligatoria de casos confirmados en unidades de producción, sin embargo, debe ser considerado como una alerta a los avicultores.
De acuerdo con cifras de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), la producción avícola de México tiene un valor superior a 198 mil millones de pesos, resultado de la manufactura de 6.7 millones de toneladas de productos avícolas anuales.
Para reportar la sospecha de la presencia de una enfermedad o plaga exótica de los animales el Senasica tiene a disposición de los productores y población en general el número de teléfono: 800 751 2100, disponible las 24 horas del día, y la aplicación Avise, disponible en sistemas iOS y Android.