Mientras más conciencia hay en los consumidores, más aumenta la tendencia de los mercados campesinos en Miami
Miami, EEUU. – En los vericuetos de los edificios de Brickell, la prestigiosa zona financiera de Miami, cada sábado se instalan unos 30 puestos que forman el mercado de Brickell City Centre, ubicado entre las calles 7 y 8 de la ciudad.
Una colorida variedad de hortalizas y frutas cosechadas en la Florida dan la bienvenida a los compradores como Ana, quien vive en la zona y va todas las semanas por sus vegetales por una razón primordial: “Son realmente muy buenos, saben como en Europa, soy de allá y he comido excelentes alimentos orgánicos toda la vida”.
Mientras más conscientes somos de lo que comemos, más aumenta la tendencia de los mercados campesinos en Miami.
Los productos orgánicos y la comida saludable ya no son exclusivos de los grandes supermercados, sino que ahora ocupan también un lugar en estas plazas abiertas montadas en aceras, calles o espacios privados, que para algunos visitantes evocan a las ferias de los países latinoamericanos.
Si caminas un par de pasos más encuentras miel de abeja traída directamente desde los Cayos, infusiones de té, salmón, carne para hamburguesas y una amplia variedad de panes y postres. “Todo lo que tenemos aquí es fresco, tratamos de hacerlo a mano y no usamos saborizantes ni colorantes pues la calidad es lo más importante”, dice Renato Gonçalez, uno de los vendedores del mercado.
Quienes quieran probar algo al instante pueden escoger la comida venezolana con arepas y cachapas, jugos de fruta naturales y los novedosos “açai bowls”. En realidad, la feria tiene espacio para todo y todos: hay también comida para perros, plantas, jabones artesanales sin ingredientes sintéticos.
Asimismo, es un común denominador que algunos quioscos usen el mercadito como una vitrina para sus negocios. “Promociono mis productos aquí, la gente me conoce y luego me contacta para comprar dulces para eventos y fiestas”, nos cuenta Mary, de Mary’s Sweets, quien nos invita a saborear unos dulces brasileños.
Los vendedores además coinciden en que se ponen en los pies de los clientes y pensando en ellos ofrecen precios asequibles. Si usted quiere apoyar a estos productores locales y tal vez ahorrarse un par de dólares, no dude en visitar los mercados que se establecen casi todos los días de la semana en distintos sitios de la urbe.
Con información de El Nuevo Herald