Los precios del bisonte se recuperan debido a la demanda de alimentos orgánicos y proteínas alternativas saludables
Canadá. – Los precios de la carne picada de bisonte treparon hasta máximos récord en tanto los productores de Canadá retienen más animales para ampliar sus rebaños y aprovechan un apetito creciente por la carne alimentada con pasto.
El costo se mantuvo en un máximo histórico de 23.93 dólares canadienses (17.94 dólares) el kilo en noviembre, después de alcanzar ese pico un mes antes. Los precios subieron 41% respecto del año anterior y casi el doble del precio de un kilogramo de carne picada vacuna, según el Ministerio de Agricultura de Canadá.
«A los precios actuales, la retención continuará y eso seguramente agravará el problema de abastecimiento», dijo Terry Kremeniuk, director ejecutivo de la Asociación Canadiense del Bisonte con sede en Regina, provincia de Saskatchewan.
Los precios del bisonte vienen recuperándose en tanto crece la demanda para este producto de nicho entre los consumidores estadounidenses gracias a un tipo de cambio favorable y al hecho de que más gente busca alimentos orgánicos y proteínas alternativas saludables.
La carne alimentada con pasto tiene menos calorías, menos colesterol y menos grasa que la carne vacuna, y los animales son criados sin hormonas ni antibióticos.
A medida que aumenta la demanda, los productores de Canadá se vuelven más reacios a enviar los animales a faena, y los retienen en cambio para ampliar sus rodeos. Por consiguiente, se están exportando menos bisontes para procesar en Estados Unidos, el mercado más grande de Canadá, y la producción local probablemente cayó 25% en 2016 respecto de un año antes a 10,500 animales, dijo Kremeniuk.
Precios se triplican
Los precios de la carne picada aumentaron más del triple en los últimos cinco años y subieron desde apenas 16 dólares canadienses el kilo este año, muestran datos de Agricultura y de Agri-Food.
En comparación, la carne picada vacuna al por menor en Estados Unidos bajó un 15% desde un récord alcanzado en febrero de 2015 en tanto los productores estadounidenses de ganado ampliaron su rodeo después de una sequía prolongada en Texas. Los precios del pollo y el cerdo también cayeron en 2016 debido a una saturación de carne.
«Las hamburguesas o la carne picada de bisonte son favoritas en muchas recetas y en restaurantes, y estamos viendo un gran interés de mucha gente», dijo Roger Van Haren, un productor que tiene 100 bisontes al norte de Red Deer, Alberta. «Es algo que muchos están probando y no les importa soltar algunos dólares más».
La faena y las exportaciones de bisonte se aprestan a caer más dado que los productores se aferran a sus novillos jóvenes que normalmente serían vendidos, dijo Van Haren. El año pasado, Van Haren retuvo un 40% de los novillos que normalmente vendía para faenar y proyecta seguir haciéndolo para aumentar su rebaño a unas 500 cabezas.
Pero los terneros se venden en 6 dólares la libra, lo cual puede representar para los productores más de 1,000 dólares por cabeza, o sea, más de cinco veces lo que puede obtener un productor de carne vacuna por un animal, dijo Van Haren. Los productores tardarán varios años en ampliar su rodeo y los precios probablemente se mantendrán fuertes hasta que el abastecimiento comience a expandirse, dijo.
«Los beneficios son grandes», dijo. «La carne picada de bisonte está empujando ese precio».
Con información de Bloomberg