México es el principal productor de aguacate en el mundo al aportar siete de cada 10 frutos
Ernesto Perea*
La producción de aguacate orgánico en México es mínima respecto a la convencional; sin embargo, comienza a tener una demanda creciente en los mercados, sobre todo europeo y estadounidense, donde un nuevo tipo de consumidor o tribus urbanas, como los milenial, están dispuestas a pagar un sobreprecio respecto al cultivo que emplea insumos químicos.
El boom del denominado “oro verde” mexicano ha propiciado que la superficie de aguacate convencional crezca en forma exponencial, pero a la vez ha generado que en regiones de Michoacán y Jalisco se usen en forma indiscriminada agroquímicos, que son altamente contaminantes para el medio ambiente y tienen efectos negativos en la salud de los aplicadores y las poblaciones aledañas al cultivo.
Una respuesta a este tipo de agricultura es la producción orgánica, la cual empieza a abrir brecha y tiene un futuro prometedor, según productores y comercializadores consultados.
En México, empresas motivadas por la concepción orgánica y por lo redituable que hoy resulta la producción de aguacate bajo este sistema, han incursionado en la comercialización de esta fruta la cual requiere, desde su cultivo, tareas especiales y tiempo para ser avalada por una certificadora.
Don Aguacato es una empresa productora y comercializadora de aguacate orgánico que inició en 1995. Su director, José Luis Tungüi Olivo platica que en los mercados internacionales la demanda de este producto se ha incrementado entre 20 y 23 por ciento, de acuerdo con un estudio reciente realizado en Polonia. En el caso de México, acota, “no ha crecido mucho, va despacio”.
La Sagarpa registra que Michoacán –principal productor mundial de aguacate– cultiva 147 mil 200 hectáreas, que aportan 1.3 millones de toneladas del fruto. Sin embargo, indica Tungüi Olivo, de estas hectáreas se estima que apenas 10 mil son de aguacate orgánico, donde se obtiene una producción de 70 mil toneladas, considerando una media de 7 toneladas por hectárea.
El ascenso del cultivo orgánico –expresa el productor– tiene relación con el mayor interés de los productores por este sistema de agricultura, por lo que están bajando o alternando la aplicación de químicos. A la par hay una mayor conciencia del consumidor y hoy los mercados piden como requisito que ya no se aplique tanto insecticida, hay normas de buen uso de agroquímicos y de inocuidad.
El aguacate orgánico “esta de moda” y la demanda ha tenido un rápido crecimiento debido a que el consumidor toma en cuenta aspectos culturales y busca una vida sana y hay nuevas tribus urbanas como los milenial –que son más exigentes y buscan nuevos valores en su consumo– quienes prefieren este tipo de productos, puntualiza Eduardo García Rivas, encargado de comercialización de Bioproduc.
Tras indicar que su compañía tiene diez años en el ramo del aguacate y comercializa fruto orgánico en Estados Unidos y países de la Unión Europea, García Rivas expone que la diferencia entre aguacate orgánico y convencional no se percibe en el gusto; es más bien un concepto, que implica cuidar el medio ambiente y beneficiar a la gente que lo cultiva.
Don Aguacato
José Luis Tungüi ha sido propulsor de la agricultura orgánica, por lo que en 1997 constituyó con otros productores la Asociación de Bioproductores del Estado de Michoacán y en 1999 la Comercializadora de Frutas y Hortalizas Orgánicas de Michoacán, mediante la cual logró exportar en forma directa a los Estados Unidos.
En el año 2000 exportó hacia Europa, sobre todo Alemania. Luego entró a Japón y Canadá. Su grado de diversificación es tal que hoy llega a España y Holanda, de donde se distribuye a otros países de la Unión Europea.
La compañía –certificada por Imocert— está por ingresar a China. Es un mercado muy exigente que se fija mucho en la estética del fruto, quieren aguacate mediano, alargado, limpio, con cáscara lisa no rugosa o “no chino”, explica.
Esta empresa familiar en sus inicios enviaba entre 30 y 50 toneladas, ya como independiente eran 100 toneladas y hoy el promedio es de mil toneladas por año. El 90 por ciento de la producción se exporta en fresco y empiezan a incursionar en producto procesado, que representa apenas cinco por ciento. La idea es hacer guacamole y aceite, recalca José Luis Tungüi.
El productor enfatiza que es poco el consumo nacional, lo cual se debe a que no hay interés y quienes lo empiezan a adquirir es porque tienen información o más cuidado con sus alimentos. No obstante, prevé un incremento de producción y consumo de orgánico local. Diferentes cadenas de tiendas están empezando a interesarse en productos orgánicos. En el caso de su empresa ha habido acercamiento de Walmart.
Zavocado
La empresa familiar Zavocado inició hace 45 años en México con aguacate convencional y tiene ya siete años de vender el orgánico en el mercado internacional.
El encargado de venta nacional y exportación de esta firma, José Luis Santillán Esquivel, señala que en los últimos dos años se observa una muy buena oportunidad de crecimiento para el mercado orgánico, tanto en demanda como oferta, porque el cliente cada vez lo exige más y el productor ve la oportunidad de convertir huertos convencionales a orgánico o plantar de terceros.
Esta tendencia –manifiesta– se refleja en que las plantaciones de aguacate en Michoacán se han duplicado en los últimos tres años, aunque sigue siendo una mínima parte respecto al convencional.
La temporada pasada –precisa– la producción de la empresa alcanzó 9 mil toneladas, entre orgánica y convencional, de las cuales exporta 90 por ciento.
De este volumen, lo orgánico representó apenas 20 por ciento de la exportación de Zavocado, aunque con el acopio de otros productores subió a 40 por ciento. El fruto orgánico se envío a España, Holanda, Alemania; ahora buscan llegar a Estados Unidos y Asia.
La empacadora y comercializadora de aguacate –certificada por Metrocert– basa su producción en 700 u 800 hectáreas propias, además acopia de otros productores de Michoacán y Jalisco.
Súper precios
La temporada pasada fue la más irregular en la historia del aguacate en producción, clima, mercado y hubo incremento en precios en meses que no se esperaban, asegura José Luis Santillán, quien agrega que “aunque sí ha bajado volumen de consumo no se ha dejado de comprar, aunque más caro”.
En la actualidad, resalta, hay sobreproducción, pero generalmente hay diferencia en el aguacate que se exporta a los Estados Unidos y el que va a mercado interno. Sin embargo, al primer trimestre del año, el precio nacional estaba casi a la par que el de exportación. Esto propició que el productor en lugar de exportarlo lo colocara en el mercado interno, donde en diciembre del año pasado y febrero y marzo de 2017 se vendía a 55 pesos kilo en huerta.
Para julio del presente año, un kilo de aguacate orgánico valía 100 pesos contra 70 u 85 pesos del convencional; normalmente el margen de ganancia es de 25 a 30 pesos entre uno y otro, expone.
En el mercado nacional hay demanda del fruto convencional y esperamos crecer en orgánico también, aunque “hoy el aguacate es un producto privilegiado y el orgánico más”.
En Michoacán y Jalisco, en los últimos cinco años, se observa que cada vez se cultiva más aguacate. A las instituciones les falta trabajar en permisos para cortar y no mezclar frutos de estas entidades para cuidar la estabilidad del mercado y no tener problemas de volatilidad de precios. Nunca se había visto el aguacate tan caro como en la última temporada. “La gente pide cada vez más el fruto, pero se tiene que respetar porque si lo encarecemos, ¿quién lo va a consumir?”.
Guacamoles de sabores
Ante la necesidad de abastecer nuevos mercados, Bioproduc ofrece guacamoles en diversas presentaciones, con mango, pepino, piña o chile habanero, sin ningún conservador. En producto procesado hay buenas expectativas, porque ya tenemos compromisos de compra en Estados Unidos, España y Francia, prospecta el encargo de comercialización del empaque, señala Eduardo García Rivas.
La empresa tiene mil 500 hectáreas de cultivo en diferentes municipios de Michoacán y su capacidad de exportación en fresco es de hasta 100 toneladas a la semana, durante cuatro meses.
Eduardo García visualiza mejor expectativa para el aguacate orgánico en la Unión Europea, por su cultura, usos y costumbres, y debido a que las certificaciones europeas son más sencillas, se trabaja con una equivalencia (834) y nos hemos adaptado a ello.
En el caso de Estados Unidos el reglamento del National Organic Program (NOP), va de la mano con la FDA, que es más rigurosa. Empero, aunque “somos más compatibles con Europa, en territorio estadounidense hay un mercado muy arraigado y paga mejor”.
Beneficio social y ambiental
Tungüi Olivo recuerda que empezaron a cultivar orgánico porque querían dejar de aplicar insecticidas y no seguirse intoxicando. “No había casi insumos orgánicos; aprendimos a prueba y error, desarrollamos preparados para combatir y controlar plagas y enfermedades. En producción convencional se aplica un químico que mata todo, incluyendo insectos benéficos y la microbiología”.
Reconoce que en la producción orgánica, de inicio, los costos de producción son más altos. En un cultivo con químicos se contrata mano de obra para una aplicación que dura de tres a cuatro meses; en el orgánico el control de maleza es manual y lleva más horas de trabajo.
Para los orgánicos –subraya– es muy importante brindar trabajo a la gente, lo cual tiene un efecto social, ya que “se evita la delincuencia”, comenta José Luis Tungüi. Además, “los químicos hacen inerte a la tierra y benefician más a las trasnacionales, en lugar de a los trabajadores locales”.
Eduardo García comenta que su empresa le apuesta a lo orgánico por el beneficio social, la demanda y el precio. En regiones de Michoacán las tierras están entre 1300 y 2300 msnm, lo que hace propicio y rentable una huerta; pero al productor se le hace más sencillo cultivar convencional, donde las aplicaciones son quincenales o cada 22 días; mientras que en orgánico son semanales o quincenal y el manejo implica hasta 40 por ciento más trabajo; aunque la relación de costos es parecida.
La primera persona –recalca– que sufre las consecuencias con químicos y monocultivos es el productor, porque éste aplica los productos y ello repercute en su salud; en la comunidad hay enfermedades; hay degradación del medio ambiente y la fauna silvestre es afectada.
José Luis Santillán comenta que producir orgánico implica un tratamiento bastante exigente. Existe la opción de hacer una plantación desde cero o si ya tienes una convencional el proceso de conversión dura de dos a tres años y hay que certificar, hacer evaluaciones y auditorías rigorosas. Es complicado, pero al final es una recompensa que se refleja en cuestión monetaria, por eso ha crecido el cultivo orgánico.
* Director de www.imagenagropecuaria.com. Premio Nacional de Divulgación Periodística en Sustentabilidad 2015, Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica 2014, CONACyT. Ha sido consultor de FAO.
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Numeralia (para infografía)
*Michoacán es el principal productor mundial de aguacate con 147 mil 200 hectáreas, que aportan 1.3 millones de toneladas del fruto.
*Productores michoacanos estiman que apenas 10 mil hectáreas de lo que se cultiva en la entidad son de aguacate orgánico
*En Michoacán, la producción de aguacate orgánico es de 70 mil toneladas
*El promedio de producción es de 7 toneladas por hectárea.
Datos de aguacate convencional
*México es el principal productor de aguacate en el mundo al aportar siete de cada 10 frutos
*Las cinco principales entidades productoras de aguacate (a noviembre de 2016) son Michoacán, con un volumen de un millón 336 mil toneladas; Jalisco, 110 mil toneladas; Estado de México, 96 mil toneladas; Nayarit, 32 mil toneladas, y Morelos, 31 mil toneladas.
Fuente: Sagarpa y productores de Michoacán