Las deficiencias en la cadena de frío y en los procesos de inocuidad alimentaria provocan que hasta 600 millones de personas enfermen cada año por contaminación de alimentos.
Por redacción Agro Orgánico
México. – Estimaciones de la a Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señalan que al año se desechan casi mil millones de toneladas de comida. Este desperdicio equivale a un 17% del total de alimentos disponibles en todo el planeta, de acuerdo con un estudio reciente realizado también por la ONU. Y no sólo eso: la pérdida de estos alimentos representa una emisión anual de 3,300 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Por otra parte, deficiencias en la cadena de frío y en los procesos de inocuidad alimentaria provocan que hasta 600 millones de personas enfermen cada año por contaminación de alimentos. Así, la cadena de frío es un sistema fundamental para que los alimentos lleguen de forma segura al consumidor, entre otras actividades necesarias para garantizar la calidad y seguridad de la comida, desde su origen hasta su consumo.
En este rubro, empresas como Aislamart –con sede en Italia y presencia en Europa y en América a través de sus filiales en Costa Rica y México– cuentan con soluciones innovadoras en materia de aislamiento térmico para el sector agropecuario, pesquero y de ornamentales, apunta el CEO y director comercial de la empresa, Alberto Adriano. Una de las ventajas del servicio de Aislamart –destaca– es que siempre tiene disponible en inventario el material y accesorios que los clientes requieren.
La experiencia de la compañía en el continente americano comenzó en Costa Rica, que ocupa el primer lugar mundial en producción de piña y es también uno de los principales exportadores de esta fruta tropical, cuya comercialización implica procesamiento y congelamiento. Por esta razón, aunque es un país pequeño, es un importante comprador de aislamiento térmico para poder exportar.
Otro mercado importante es el de Colombia, el segundo principal productor mundial de flores, actividad que representa el consumo más grande de aislamiento térmico en el país.
“Todos los alimentos requieren distintas formas de refrigeración o congelamiento y son los especialistas en la construcción de cuartos fríos quienes saben cuáles son los mejores materiales para construirlos, pero todos los sistemas tienen en común que requieren aislamiento térmico, ya sea para refrigerar o congelar”, explica el directivo.
Además de mantener temperaturas específicas mediante los paneles aislantes, los cuartos fríos deben cumplir con recubrimientos específicos para cada industria alimentaria. Por ejemplo, en el caso de una cámara frigorífica para pescados y mariscos, lo más importante es evitar la corrosión provocada por la sal de estos alimentos, que oxida el acero galvanizado.
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