La comida orgánica en la infancia ha sido objeto de estudio por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV-CERCA)
Barcelona. – Un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV-CERCA), encontró que la ingesta de alimentos orgánicos durante la infancia mejora el desarrollo cognitivo.
La inteligencia fluida , la capacidad de resolver nuevos problemas de razonamiento y memoria , así como la capacidad del cerebro para retener nueva información a corto plazo son algunos de los beneficios que tendría el hecho de alimentar a los niños con comida orgánica.
La investigación también analizó las consecuencias de consumir comida rápida (comida «basura») y qué impacto tienen estos alimentos en el desarrollo cognitivo de los niños.
El estudio, publicado en la revista Environmental Pollution , analizó la asociación entre una amplia variedad de exposiciones prenatales e infantiles y el desarrollo neuropsicológico en niños en edad escolar.
El autor principal del análisis, Jordi Júlvez , investigador del IISPV-CERCA informó:
La explicación de esta asociación podría ser que las dietas saludables, incluidas las dietas orgánicas, son más ricas que las dietas de comida rápida en nutrientes que necesita el cerebro, como ácidos grasos, vitaminas y antioxidantes, que en conjunto pueden mejorar la función cognitiva durante la alimentación infantil.
Los resultados del estudio también mostraron que otros factores (como el tabaquismo, la comida rápida y el hacinamiento en el hogar) son la causa de niveles más bajos de inteligencia en los niños durante la niñez. A esto, también debemos agregar la exposición a partículas finas (PM2.5) en interiores, asociada por investigadores con puntajes de memoria de trabajo más bajos .
Este trabajo de investigación involucró una cohorte de nacimientos multicéntrica en 6 países europeos , analizando una muestra de 1.298 niños de 6 a 11 años de: Reino Unido, Francia, España, Grecia, Lituania y Noruega.
Esta investigación se ha considerado particularmente importante en los campos nutricional y neurocognitivo precisamente porque es en la primera infancia cuando se forma el cerebro del niño y es más sensible a la toxicidad de los factores alimentarios y ambientales. Actuar de forma inmediata, modificar determinados aspectos relacionados con la dieta es, por tanto, fundamental para el correcto desarrollo intelectual del bebé.
El equipo de académicos examinó las principales causas que determinan el desarrollo o no de la inteligencia fluida y la memoria de trabajo en los niños. Estos están representados por: dieta orgánica; dieta de comida rápida; estar en casa;
contaminación del aire en ambientes domésticos interiores; humo de tabaco.
Hasta la fecha, la ingesta de comida rápida se ha asociado con menos éxito en el desarrollo cognitivo, mientras que algunos estudios han informado asociaciones positivas entre las dietas orgánicas y las puntuaciones de la función ejecutiva.
Con información de agencias