La certificación orgánica busca valorizar la producción silvestre de la Reserva Manuripi bajo estándares internacionales
Bolivia. – La castaña, el asaí, el majo y la palma real de la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi, Pando, buscan la certificación orgánica 2024 con miras a su exportación a mercados diferenciados, informó el responsable de Recursos Naturales del área protegida, Rolando Toyama.
“Como reserva estamos certificando para esta gestión cuatro productos, entre ellos la castaña, como producto orgánico de la reserva Manuripi, como producto de origen; tenemos el asaí con la zafra que ha iniciado y también lo estamos certificando desde 2019”, explicó Toyama.
La castaña se certifica desde 2012, y en esta gestión, por primera vez para el departamento Pando y Bolivia, también se está gestionando la certificación orgánica para el majo y palma real.
La certificación orgánica busca valorizar la producción silvestre para llegar a los mercados de exportación diferenciados, las condiciones de manejo y el aprovechamiento al interior de la Reserva Manuripi bajo estándares internacionales.
Toyama destacó que el cumplimiento de las normativas de calidad en la producción favorece el acceso de los productos amazónicos bolivianos a mercados diferenciados a precios competitivos. Esto genera ingresos para los productores y fortalece la diversificación productiva de la Reserva Manuripi.
El aval es otorgado por la certificadora internacional CERES (Certification of Environmental Standards Home) después de un proceso largo de inspección y auditorías.
El jefe de Protección de la Reserva Nacional de Vida Silvestre de la Reserva, Luke López, explicó que uno de los requisitos para alcanzar la certificación es el monitoreo o el seguimiento de la actividad de recolección de los frutos, en tres aspectos: social, ambiental y producción.
“En el aspecto social, que los recolectores tengan buena calidad de alimentación y vida, viviendas, que no haya trabajo infantil; en el ambiental, se evalúa el manejo de residuos, que no se talen, ni maltraten las palmeras, ni se dañe a otras especies de fauna y flora”, explicó Luke.
En tanto, en el tema productivo se evalúa que se cumplan las buenas prácticas de recolección de frutos.
Explicó que las evaluaciones se realizan en tres comunidades y dos predios del área protegidas. En la reserva existen dos plantas de procesamiento, instaladas en las comunidades de Villa Florida y Luz de América.
“Estamos dentro un área protegida y hay ciertas normativas que se cumplen, las cuales nos ayudan a conservar el bosque y los recursos naturales para las futuras generaciones”, remarco Toyama.
La Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi tiene entre sus objetivos proteger el ecosistema de bosque tropical húmedo amazónico, que contienen un alto valor por su riqueza de especies y diversidad, así como sus valiosos recursos naturales.
Con información de: agencias