Las poliaminas brindan protección contra estrés biótico y abiótico, tales como daños por frío, estrés salino, atmósferas modificadas, estrés hídrico, inclusive estrés mecánico.
Por equipo editorial Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura (Intagri)*
Las poliaminas son un grupo de compuestos nitrogenados presentes en las células vegetales, que afectan la actividad celular y están involucradas en distintos procesos fisiológicos tales como crecimiento, desarrollo vegetal y senescencia. Las poliaminas brindan protección contra estrés biótico y abiótico (daños por frío, estrés salino, atmósferas modificadas, estrés hídrico, inclusive estrés mecánico).
Por su carácter catiónico en su estructura química pueden unirse y formar complejos con diferentes moléculas como ciertas proteínas, fosfolípidos, pectinas, ADN, ARN, entre otras.
Papel de las poliaminas en las plantas
Las principales poliaminas conocidas son la putrescina, espermidina y espermina; que son las que comúnmente se encuentran en las células vegetales. A partir de estas poliaminas mencionadas, se pueden sintetizar otras poliaminas poco comunes, que son relacionadas con condiciones de estrés.
Las poliaminas se pueden presentar en formas libres o conjugadas con otras moléculas. Los estados conjugados suelen constituir hasta el 90% de las poliaminas en las células vegetales.
Se considera importante que el balance entre las formas libres y conjugadas es crítico para los diferentes papeles que desempeñan en los procesos fisiológicos de la planta.
Las poliaminas se encuentran acumuladas y asociadas principalmente a la pared celular; no obstante, también pueden encontrarse en vacuolas, cloroplastos y mitocondrias. Suelen producirse en altas cantidades cuando hay estrés por sequía, deficiencias nutricionales, salinidad, temperaturas extremas, entre otros factores.
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