La transparencia que buscan los consumidores implica contar la historia completa detrás de los ingredientes, la gestión de la cadena de suministro, los métodos de producción, el etiquetado de los productos y el impacto medioambiental y social de este proceso.
Por Redacción Agro Orgánico
Uruapan, Mich. (México). – La sostenibilidad y el crecimiento comerciales dependen de la confianza del consumidor. Esto se logra mediante la apertura y la rendición de cuentas en la producción de alimentos para generar credibilidad entre los consumidores. La transparencia que buscan los consumidores implica contar la historia completa detrás de los ingredientes, la gestión de la cadena de suministro, los métodos de producción, el etiquetado de los productos y el impacto medioambiental y social de este proceso.
Así explica la certificadora Agricert México la importancia de la certificación de alimentos, insumos y procesos orgánicos, que en el caso de este organismo, se realiza gracias al trabajo de un equipo multidisciplinario conformado por más de 25 profesionales.
En entrevista para Agro Orgánico, las ingenieras Alondra Castillo y Kathia Ramírez, evaluadoras de Agricert México, señalan que en general, el proceso de certificación orgánica –desde la producción primaria hasta el procesamiento, manipulación y comercialización– es más sencillo de lo que podría pensarse.
“Nuestro trabajo como evaluadoras consiste en la revisión de procesos e insumos; programamos visitas que realizan nuestros inspectores para contrastar la información que ellos nos proporcionan y poder emitir los dictámenes finales”, explican.
Aunque gran parte del trabajo de la certificadora orgánica se orienta al cumplimiento de la normatividad en mercados como Estados Unidos, Japón o la Comunidad Europea, Agricert también trabaja en procesos de certificación para el mercado nacional; esto, agregan las especialistas, porque cada vez más los mercados buscan responder a las demandas de salud de los consumidores, tanto de los animales como de las plantas y del medio ambiente. Asimismo, cobran relevancia los principios de equidad laboral, igualdad y trato justo a los productores del campo.
En el caso de Agricert –abunda la ingeniera Alondra Castillo– los procesos de certificación tienen un enfoque medioambiental que busca reducir el impacto de la agricultura y la ganadería en el entorno natural, con lo cual también se busca que los animales vivan en condiciones adecuadas.
Respecto a la normatividad, destaca que éstas se encuentran en constante actualización, teniendo como un objetivo prioritario evitar los fraudes. Al respecto, recuerda que en 2024, en Estados Unidos se implementó un programa para evitar la incidencia de fraudes reforzando la trazabilidad, exigiendo a cada miembro de la cadena de valor certificar también sus procesos para contar con un seguimiento puntual de los productos finales.
En cuando a los productos que Agricert certifica en México, la lista es muy amplia aunque sobresalen frutos como mango, aguacate o plátano. Respecto a este último, la certificadora destaca un aumento en la producción de plátano orgánico en Colima y Michoacán, impulsada por el precio, ya que mientras en el mercado nacional se comercializa en un precio promedio de entre $2.50 y $3.00 pesos, en los mercados de exportación el precio puede alcanzar hasta $7.00 pesos por kilo y en mercados como Japón, $9.00.
Actualmente, Agricert México trabaja con alrededor de 750 clientes para la certificación orgánica. En el caso de los bananeros en México –detalla la ingeniera Kathia Ramírez– ellos certifican desde la producción agrícola hasta el empaque. Esta experiencia también la están replicando otros productos como aguacate, cítricos y alimentos procesados, además de insumos para control fitosanitario y nutrición.
“La certificación es importante porque todo el buen trabajo que hacen los productores debe quedar asentado en alguna parte. Cuando el inspector va a campo, se basa en la información que le aportan los productores para su revisión. Puede ser un proceso largo y minucioso, pero no es complicado porque nosotros los acompañamos para que sepan qué información debe quedar asentada en cada formato”, apunta.
En este sentido, Alondra Castillo destaca que se mantienen en constante comunicación con los clientes para notificarles los cambios en la normatividad o en los costos, por ejemplo.
Al respecto, explica que un aliciente para reducirlos es que las empresas lleven un buen sistema de registros. “Esto hace que una empresa no sea considerada ‘de riesgo’ porque, al no tener incumplimientos, no es considerada de riesgo y reduce el número de controles al año y con ello, los costos.
Los registros contemplan aspectos como: la cantidad de compras y aplicaciones de insumos; las asesorías técnicas, los sistemas de higiene, por mencionar algunos. Que conserven todos los registros les permite una buena trazabilidad”.
Además de la capacitación continua, los especialistas de Agricert mantienen una colaboración constante con otras entidades y organismos de certificación para fortalecer el mercado orgánico.
Ejemplo de ello es el trabajo que llevan a cabo en con MéxicoCert, una certificadora de Uruapán, Michoacán, que este año no obtuvo la autorización para emitir certificados, por lo que requirió el apoyo de Agricert.
Por otra parte –explica Alondra Castillo– otro tipo de certificaciones o distintivos, enfocados más en prácticas de sostenibilidad agrícola, como la agricultura regenerativa, han impulsado las alianzas de la certificadora con entidades como BioAgricert y Food Chain ID, que otorgan distintivos de esta índole. Asimismo, los especialistas de Agricert reciben capacitación en temas como gluten free, con Global GAP, entre otros.
En México, Agricert opera con un equipo de 25 personas, entre evaluadores y personal de campo, distribuidos en diferentes estados de la República Mexicana. También, tiene presencia con auditores en Estados Unidos, Italia y Sudamérica.
Respecto al futuro de la agricultura orgánica, Alondra Castillo y Kathia Ramírez coinciden en que, si bien el mercado convencional seguirá pesando en cuanto a volúmenes y extensiones productivas, el sector orgánico mantendrá un crecimiento sostenido en respuesta a las problemáticas medioambientales.
“Creemos que esta tendencia va a seguir e incluso aumentará como ha ocurrido con la conciencia ambiental en las nuevas generaciones de consumidores. Hoy tenemos más conocimiento y más herramientas para saber cómo cuidar la salud de los cultivos y de los animales, para cuidar la de los seres humanos. Lo más importante es proteger el entorno que nos da de comer”.






